Rusia no tendrá una estación espacial propia

¿Tendremos una estación espacial totalmente rusa durante la próxima década? Pues parece que al final va a ser que no. En los últimos meses se han filtrado numerosos rumores sobre una posible estación espacial rusa a raíz del conflicto de Ucrania y de las sanciones de Estados Unidos contra Rusia, pero hoy el vicedirector de Roscosmos Serguéi Savelyev ha declarado que este proyecto no está entre las prioridades de la agencia espacial rusa. El tema es un poco más complejo de lo que parece a primera vista, ya que en realidad estamos hablando de dos proyectos de estación espacial rusa distintos. Por lo tanto, lo mejor es repasar todo desde el principio.
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Proyecto de estación rusa de alta latitud VSR, formada por el módulo Nauka, un módulo NEM, un módulo hinchable y la plataforma OKA-T (Novosti Kosmonavtiki).
Hace años la agencia espacial rusa Roscosmos consideró la posibilidad de crear una estación espacial totalmente rusa a partir de los módulos del segmento ruso de la ISS. Esta estación, denominada OPSEK u OSEK (Orbitalni Pilotiruemi Sborochno-Eksperimentalni Kompleks, ‘Complejo Orbital Tripulado de Ensamblaje y Experimentación’) estaría formado por varios módulos que deberán despegar hacia la ISS próximamente: el módulo Nauka (MLM), el módulo nodo Prichal (UM) y dos módulos energéticos NEM. Esta estación estaría obviamente situada en la misma órbita que la ISS (con una inclinación de 51,6º) y fue concebida como un ‘plan B’ para mantener un programa tripulado ruso en caso de que la NASA se retirase de la ISS en 2020 para llevar a cabo misiones lunares con la nave Orión y el cohete SLS (Roscosmos siempre se ha mostrado partidaria de operar la ISS hasta 2028).
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Proyecto original OPSEK (Roscosmos).
La OPSEK perdió su principal razón de ser cuando la NASA confirmo su intención de prolongar la vida de la ISS hasta 2024 como mínimo, pero entonces surgió el conflicto en Ucrania y la cosa cambió bruscamente. Ante la escalada de tensiones, OPSEK volvió a cobrar fuerza, pero para entonces el proyecto había cambiado. La OPSEK era demasiado ambiciosa para el limitado presupuesto espacial ruso, por lo que se decidió simplificar su diseño. La nueva estación se denominaría PPOI (Perspektivnaia Pilotiruemaia Orbitalnaia Infrastruktura, ‘Infraestructura Orbital Tripulada del Futuro’) y comprende los módulos Nauka y Prichal, de igual modo que OPSEK, así como un módulo energético NEM (en vez de dos), pero también el nuevo módulo hinchable de la empresa RKK Energía y la plataforma autónoma OKA-T 2 para experimentos en microgravedad.La estación PPOI, al igual que OPSEK, habría estado situada en la misma órbita de la ISS, puesto que se separaría de ésta alrededor de 2024.
El problema es que las tensiones con los Estados Unidos han provocado que sea Rusia la que contemple la posibilidad de abandonar la ISS en 2020 y no al revés. Y, evidentemente, 2024 queda muy lejos. Por eso a finales de 2014 surgió una propuesta del instituto TsNIIMash para lanzar los módulos de esta estación directamente sin pasar por la ISS. Es decir, de este modo Rusia podría tener una estación propia en una fecha tan temprana como 2017 o 2018. La nueva estación no recibió nombre formal, pero se la conoce como VSR (Rossiskaia Visokoshirotnoaia Stantsia, ‘estación rusa de alta latitud’). El nombre hacía referencia a la elevada inclinación del plano orbital de la estación, de 64,8º (recordemos que la ISS está a 51,6º). La excusa para justificar esta elevada inclinación era que de este modo la estación podría cubrir la mayor parte del territorio de la Federación Rusa (la ISS apenas cubre las regiones más meridionales).
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Otra visión de la estación VSR (Izvestia).
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Plataforma autónoma para experimentos en microgravedad OKA-T (RKK Energía).
En realidad la explicación que se esconde detrás de esta nueva inclinación es más mundana. Por un lado, una estación con un plano tan inclinado permitiría ser construida usando el cosmódromo de Plesetsk, además del de Vostochni o Baikonur. Por otro lado, las misiones tripuladas desde Vostochni podrían sobrevolar tierra firme durante el lanzamiento, permitiendo que las tripulaciones fuesen rescatadas por medios terrestres en caso de emergencia. Y es que uno de los más graves inconvenientes de Vostochni es que los cosmonautas deberán ser rescatados del océano Pacífico si ocurre algún problema durante el lanzamiento, pero se da la paradoja de que actualmente Rusia carece de los suficientes medios de rescate en altamar para llevar a cabo estas operaciones de forma segura.
El proyecto de la VSR eran simplemente imposibles de llevar a cabo con el presupuesto actual. En 2017 se lanzará el módulo Nauka a la ISS, pero el nuevo plan requería no uno, sino cuatro o cinco módulos que deberían estar listos para entonces, a pesar de que todos ellos han sufrido grandes retrasos (nadie cree que OKA-T esté listo antes de 2020, por ejemplo). Como resultado, Roscosmos se apresuró a asegurar que Rusia participaría en la ISS hasta 2020 tal y cómo se había comprometido. La VSR debería esperar.
Persistía la duda sobre los planes de futuro a partir de 2020, pero Serguéi Savelyev ha asegurado hoy que en el proyecto de Programa Espacial Federal (FKP) de la agencia para 2016-2025 no se contempla ninguna estación espacial independiente de la ISS. El proyecto FKP todavía no se ha publicado (deberá hacerse público antes de junio), pero los rumores apuntan a que el nuevo plan recogerá las dificultades por las que está pasando la economía rusa por culpa de las sanciones y los bajísimos precios del petróleo (traducción: más recortes). El próximo mayo Roscosmos aclarará finalmente a sus socios si participará en la ISS hasta 2024 o no (la decisión debía haberse tomado el pasado diciembre).
Y, por supuesto, a todas estas no debemos olvidarnos de China. El acercamiento entre Rusia y China a resultas de las sanciones de EEUU podría concretarse en un mayor grado de colaboración espacial entre ambos países, aunque todavía no está nada claro cómo (o mejor dicho, no está claro cómo podría colaborar Rusia sin salir perdiendo). De entrada, Serguéi Savelyev ha declarado que esta cooperación podría llevarse a cabo en el segmento ruso de la ISS. De ser así estaríamos ante toda una declaración de intenciones, ya que recordemos que el Congreso de los EEUU ha prohibido a la NASA cualquier tipo de colaboración con China en materia espacial.
La decisión de Roscosmos de no construir una estación espacial rusa a corto plazo es lógica y razonable. Tanto la PPOI como la VSR habrían sido estaciones en miniatura con menos capacidades que las Salyut soviéticas. El módulo Nauka (de tipo FGB) carece de sistemas de soporte vital como el módulo Zvezdá de la ISS (de tipo DOS) y sólo permitiría la permanencia de cosmonautas de forma continuada tras cambiar su diseño de forma radical (en la OPSEK serían dos módulos NEM los que llevarían la mayor parte de estos sistemas). Por este motivo, los cosmonautas serían incapaces de vivir en la estación de forma permanente y las tripulaciones se limitarían a dos o tres personas (actualmente en la ISS viven seis astronautas). En definitiva, sería un retroceso para la industria espacial rusa, que actualmente lanza cuatro naves tripuladas Soyuz y cuatro naves de carga Progress al año, un ritmo imposible de mantener en solitario.
Naturalmente, la política es al que manda, así que si las relaciones entre EEUU y Rusia se agrian aún más no se extrañen de que la PPOI vuelva a resucitar en cualquier momento. Estén atentos a sus pantallas. En mayo saldremos de dudas.

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