Elegido el lugar de aterrizaje de la sonda marciana InSight
Ya sabemos dónde aterrizará la sonda InSight de la NASA. Si todo va bien, la nave deberá posarse en la región volcánica de Elysium Planitia (4º norte y 136º este, no muy lejos del cráter Gale donde se encuentra Curiosity) el 28 de septiembre de 2016. La elipse de aterrizaje -esto es, la zona donde hay un 99,5% de probabilidades de que aterrice la sonda- tiene unas dimensiones de 27 x 130 kilómetros. Esta elipse es bastante más grande que la de Curiosity, puesto que InSight no realizará una entrada atmosférica de precisión como hizo el rover. Se trata de una planicie basáltica libre de rocas de gran tamaño sin ninguna característica sobresaliente, algo que no es un problema si tenemos en cuenta que InSight se dedicará a estudiar el interior del planeta rojo, no su superficie.
La selección de la zona de aterrizaje estaba limitada por varios factores. Primero, debido a las condiciones de temperatura e iluminación la sonda solo puede aterrizar en latitudes comprendidas entre los 5º y los 3º norte. Segundo, para permitir que el sistema de paracaídas funcione correctamente la elevación de la zona no puede ser superior a los 2,5 kilómetros por debajo del radio medio del planeta. Por último, y por motivos obvios, la zona ha de ser extremadamente plana -con pendientes inferiores al 15%- y sin rocas de tamaño considerable. Por estos motivos desde un primer momento el equipo de la misión seleccionó la región de Elysium Planitia, más que nada porque prácticamente no hay otro lugar en Marte que cumpla todos estos requisitos. En un principio se seleccionaron unas 16 elipses y en 2014 el número se redujo a cuatro. Ahora la NASA ha anunciado la ganadora, que resulta ser la elipse E9. De todas formas, se continuará estudiando la zona mediante las sondas MRO y Odyssey por si hay alguna sorpresa de última hora. La selección oficial tendrá lugar el próximo agosto y en octubre el cuartel general de la NASA dará el visto bueno a la decisión.
InSight (Interior Exploration using Seismic Investigations, Geodesy and Heat Transport), antes conocida como GEMS, utiliza el mismo diseño de la sonda Phoenix, a su vez una reencarnación de la malograda Mars Surveyor 2001. Su misión es averiguar la estructura del interior de Marte mediante el sismómetro francés SEIS (Seismic Experiment for Interior Structure), un instrumento que viajará en la cubierta de la nave y será situado en la superficie mediante un brazo robot. Lo ideal sería contar con una red de sismómetros sobre Marte para lograr este objetivo, pero es tan poco lo que sabemos sobre la estructura interna del planeta rojo que InSight permitirá descartar un enorme número de modelos teóricos a pesar de sus limitaciones. Como ejemplo de lo mucho que nos enseñará esta misión, ahí van unas cifras: InSight será capaz de determinar el espesor de la corteza con una precisión de 5 kilómetros (la incertidumbre actual es de 35 kilómetros), averiguar si el núcleo de Marte es líquido o sólido, conocer la actividad sísmica en el planeta o la tasa de impactos de meteoritos. También podrá determinar el flujo de calor con una precisión de 3 milivatios por metro cuadrado (la precisión actual es de 25 mW/m2) y resolver capas del interior del planeta con un espesor igual o superior a 5 kilómetros.
El brazo robot de la sonda también pondrá en la superficie el instrumento de flujo de calor HP3 (Heat Flow and Physical Properties Package), diseñado por la agencia DLR alemana. HP3 permitirá comprobar el calor que escapa del interior de Marte y, junto con los datos del SEIS, poner límites a los diversos modelos del interior del planeta. La sonda del instrumento HP3 taladrará el suelo en intervalos de 2,5 horas, seguidos de 48 horas de pausa para disipar el calor del martilleo y 24 horas de estudio. El ciclo se repetirá unas diez o veinte veces hasta alcanzar los 5 metros de profundidad. Debido a que HP3 se introducirá en el suelo marciano hasta una profundidad de 3 a 5 metros la zona de aterrizaje debe ser también segura desde el punto de vista de los protocolos de contaminación planetaria, esto es, no debe haber hielo a pocos centímetros de la superficie. Por este motivo los datos del instrumento GRS a bordo de la Mars Odyssey han sido determinantes para seleccionar la zona de aterrizaje, ya que es capaz de detectar la presencia de hielo superficial. Eso sí, que nadie se espere grandes fotos de la superficie en esta misión. InSight solo lleva dos pequeñas cámaras -IDC (Instrument Deployment Camera) e ICC (Instrument Context Camera)- destinadas a buscar un sitio idóneo para situar los instrumentos y comprobar su correcto despliegue, pero que no ofrecerán imágenes especialmente llamativas.
InSight deberá despegar el 8 de marzo del año que viene -la ventana de lanzamiento se extiende hasta el 27 de marzo- mediante un cohete Atlas V 401 y curiosamente se tratará del primer lanzamiento interplanetario que se lleve a cabo desde la base de Vandenberg, California. Una vez en Marte, InSight deberá funcionar durante 660 días marcianos. Tras finalizar su misión sin duda conoceremos mucho mejor el interior de Marte y, por extensión, cómo se formaron los planetas rocosos del sistema solar.
Comentarios
Publicar un comentario