¿Qué es lo que ha pasado con la Progress M-27M?

Como comentábamos ayer, la nave de carga Progress M-27M con destino a la estación espacial internacional (ISS) sufrió graves problemas tras el lanzamiento y una vez en órbita comenzó a girar de forma descontrolada. Desgraciadamente, todos los intentos por contactar con la nave han sido infructuosos y la agencia espacial rusa Roscosmos ha decidido abandonarla a su suerte. Bajo el tenue pero constante rozamiento con las capas altas de la atmósfera, la Progress M-27M reentrará en la atmósfera sin control la semana que viene, en algún momento entre el 5 y el 11 de mayo.
Nave Progress M-27M (RKK Energía).
Nave Progress M-27M (RKK Energía).
Como es lógico, todavía es pronto para saber qué ha pasado exactamente, así que primero hagamos un repaso de lo que sí sabemos. La Progress M-27M (Progress 59 en la confusa y poco afortunada nomenclatura de la NASA) fue lanzada el 28 de abril de 2015 a las 07:09 UTC desde Baikonur mediante un cohete Soyuz-2-1A. Era la segunda vez que se empleaba este tipo de cohete, más moderno, en vez del tradicional Soyuz-U (la primera Progress lanzada por un Soyuz-2-1A fue la Progress M-25M en octubre de 2014). Menos de nueve minutos después la nave alcanzaba la órbita.
Aunque al principio los militares norteamericanos dijeron que la Progress había sido situada en una órbita más baja de lo previsto, finalmente se comprobó que los datos iniciales de las autoridades rusas eran correctos y que el carguero había sido situado en una órbita de 180 x 260 kilómetros de altura y 51,65º de inclinación. Es decir, una órbita nominal, aunque fuera de los parámetros esperados. Al no recibir señales de telemetría poco después de la inserción orbital, el centro de control de vuelos (TsUP) decidió abortar el acoplamiento rápido en seis horas previsto para la misión y volver al perfil clásico de una secuencia de acoplamiento en dos días.
Durante la cuarta órbita el TsUP pudo recibir por fin algo de telemetría de la nave, incluyendo imágenes de televisión del sistema Kliost con datos del sistema de radar Kurs. Aunque todavía no está claro si los datos del Kurs son válidos, con un simple vistazo a las imágenes de vídeo se pudo comprobar que la nave estaba girando sin control a una velocidad angular de 15 revoluciones por minuto. A pesar de todo, el TsUP declaró en un primer momento que intentaría rescatar el vehículo, para lo cual habría que esperar a que la Progress sobrevolase las estaciones terrestres situadas en territorio ruso. Y es que aunque Roscosmos tiene varios satélites Luch -equivalentes a los TDRS de la NASA- para permitir comunicaciones constantes con satélites en órbita baja, las Progress y Soyuz actuales carecen de antenas para este sistema. El TsUP estaba dispuesto a usar incluso el sistema manual TORU desde tierra para retomar el control de la nave. Recordemos que este sistema lo emplean los cosmonautas a bordo de la ISS para dirigir las Progress durante un acoplamiento en caso de emergencia, pero nunca se ha empleado desde tierra.

Sin embargo, en vista de que el TsUP no pudo retomar el contacto con la nave, Roscosmos ha decidido dar por perdida la misión hoy día 29 de abril. Lo único que puede hacer ahora la agencia espacial es seguir la órbita de la nave e intentar predecir con exactitud el lugar y momento de la reentrada. A diferencia de su ‘prima’, la nave tripulada Soyuz, la Progress carece de un compartimento con escudo térmico, así que se desintegrará casi totalmente durante la reentrada, pero no se puede descartar que algún trozo de dimensiones considerables alcance la superficie. La Progress M-27M tenía una masa al lanzamiento de 7289 kg, incluyendo 1373 kg de combustibles hipergólicos (tetróxido de dinitrógeno e hidracina).
Partes de una Progress (RKK Energía).
Partes de una Progress (RKK Energía).
Pero, ¿qué es lo que ha pasado? Aparentemente, el TsUP perdió la telemetría de la tercera etapa -Bloque I- del cohete Soyuz 1,5 segundos antes de la separación prevista de la nave. Al mismo tiempo, los militares estadounidenses han detectado hasta 44 fragmentos en la misma órbita de la Progress. Si sumamos dos y dos, todo parece indicar que una explosión ha sido la causa del accidente. La duda en estos momentos es si la explosión se produjo en la tercera etapa o en el módulo de propulsión (PAO) de la Progress. La Progress debía presurizar los tanques de combustible antes de la inserción orbital, una maniobra siempre delicada. Pese a todo, todas las sospechas se centran en el Bloque I y a su motor, el RD-0110, pero habrá que esperar al 13 de mayo a ver los resultados de la investigación preliminar.
¿Cómo afecta este fallo a los lanzamientos de Progress y Soyuz? Si se confirma que el culpable es el Bloque I del Soyuz-2-1A, el accidente no tendría consecuencias muy graves. Las naves tripuladas Soyuz-TMA emplean cohetes Soyuz-FG para alcanzar la órbita, mientras que las Progress usan Soyuz-U, ambos con sistemas de control distintos al empleado en el Soyuz-2-1A (de hecho, la siguiente Progress tiene previsto usar un Soyuz-U). Ahora bien, si el fallo radica en el motor RD-0110 la cosa sería más seria porque tanto el Soyuz-FG como el Soyuz-U usan este motor en su tercera etapa (eso sí, con controles de calidad diferentes), a diferencia del Soyuz-2-1B, que emplea un motor RD-0124. No obstante, la Progress M-12M también se perdió en agosto de 2011 por culpa de un mal funcionamiento del Bloque I de su Soyuz-U y este problema no ha afectado a las misiones posteriores. El problema es que el Soyuz-2-1A debe sustituir a todos los Soyuz-U y Soyuz-FG a corto plazo, así que no sería de extrañar un retraso en la introducción del nuevo lanzador.
Diferencias entre los distintos Bloque I de los cohetes Soyuz-FG, Soyuz-U, Soyuz-2-1A y Soyuz-2-1B.
Diferencias entre los distintos Bloque I de los cohetes Soyuz-FG, Soyuz-U, Soyuz-2-1A y Soyuz-2-1B.
Motor RD-0110 (Wikipedia).
Motor RD-0110 (Wikipedia).
Con respecto a la ISS, la estación tiene reservas para mantener a los seis miembros de la Expedición 43. Lamentablemente, este fallo se suma a la pérdida de la nave de carga Cygnus Orb-3 en octubre del año pasado, así que las reservas tampoco es que estén rebosantes. Esperemos que este incidente sea el último en mucho tiempo.

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