La guerra por Marte entre Uwingu y la Unión Astronómica Internacional

Tranquilos. Uwingu no es una especie alienígena que haya invadido el planeta rojo, sinouna polémica organización terrestre cuyo objetivo es poner nombre a los objetos celestes. Hasta el momento se había limitado a engatusar al público para intentar bautizar varios exoplanetas, pero ahora ha decidido apuntar a Marte. En principio Uwingu es una organización sin ánimo de lucro en la que cualquiera puede proponer un nombre… previo pago de una modesta cantidad de dinero.
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¡Uwingu es el mal! (Uwingu).
El problema es que ya existe una organización dedicada bautizar objetos celestes, que no es otra que el grupo especializado de la Unión Astronómica Internacional (UAI) formado por científicos de todo el mundo. Pero Uwingu también cuenta con el apoyo inesperado de varios científicos -la mayoría de ellos estadounidenses-, liderados por el Alan Stern. Para los que no lo recuerden, Stern es el investigador principal (PI) de la sonda New Horizons de la NASA para estudiar Plutón. A Stern no le hizo ni pizca de gracia que la UAI decidiese degradar a Plutón del rango de planeta. Debió pensar que la UAI le había robado su pasaje a la fama eterna y desde entonces libra una batalla sin cuartel contra esta organización. ¿Quién dijo que en el mundo real no existen supervillanos? La campaña para poner nombres a los exoplanetas de Uwingu no sólo ha resultado ser bastante ridícula a la luz de los nombres finalistas (¿quién demonios ha pensado que es una buena idea llamar a un planeta ‘LoveAA’?), sino que encima se ganó un rapapolvo oficial de la UAI. Pero si por algo se caracterizan los supervillanos es por tener siempre un ‘plan B’ para conquistar el mundo, o mejor dicho, otro mundo. En este caso, Marte. Uwingu no solo no ha recalculado, sino que ha decidido abrir un segundo frente con otra bochornosa campaña, pero esta vez dedicada a los cráteres marcianos. En este caso, la ‘donación’ necesaria para poner un nombre dependerá del tamaño del cráter, desde unos pocos dólares si es pequeñajo hasta varios cientos si es uno grandote. Algunos nombres son pura poesía. Como botón de muestra ahí tenemos a los flamantes cráteres DJ’s nipple Natasha’s little hole para demostrarlo. Pero si lo tuyo no son los cráteres y te sobra la pasta, puedes gastarte unos miles de dólares para bautizar provincias o regiones enteras del planeta. Que no digamos que Uwingu no piensa a lo grande.
Como era de esperar, la nueva tontería de Uwingu no le ha hecho ninguna gracia a la UAI, que ha vuelto a contraatacar con un comunicado bastante contundente que comienza con las siguientes líneas:
Recently initiatives that capitalise on the public’s interest in space and astronomy have proliferated, some putting a price tag on naming space objects and their features, such as Mars craters. The International Astronomical Union (IAU) would like to emphasise that such initiatives go against the spirit of free and equal access to space, as well as against internationally recognised standards. Hence no purchased names can ever be used on official maps and globes. The IAU encourages the public to become involved in the naming process of space objects and their features by following the officially recognised (and free) methods.
Por si no ha quedado claro, Uwingu es una aberración por varios motivos. Primero, porque hay dinero de por medio. No importa que sea una ONG, todo el tema de las donaciones ya daba bastante asquito en el caso de los exoplanetas y en esta iniciativa de Marte es algo simplemente insultante. Como dijimos en su momento con la campaña para nombrar exoplanetas, ¿se imaginan una iniciativa similar, pero china? Algo me dice que en ese caso la inmensa mayoría de gente que apoya a Uwingu, Stern incluido, no estaría tan contenta ante la idea de tener un cráter que se llamase 娜塔莎的小穴, por ejemplo.
Uwingu se quiere presentar como una respuesta a la ‘tiranía’ de la UAI, pero se olvida de que precisamente la UAI ha llevado a cabo numerosas campañas populares para bautizar varios cuerpos celestes. Como podemos leer en el comunicado, ése fue precisamente el caso de los últimos satélites de Plutón (¿una puyita dirigida a Stern?). Pero está claro que Uwingu no se va a detener aquí. Hace falta plantarles cara. ¡Y para eso la UAI necesita un superhéroe para enfrentarse al supervillano Stern!

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