H-3, el nuevo cohete japonés
Japón cuenta actualmente con tres lanzadores espaciales. El nuevo Epsilon para cargas pequeñas y los cohetes medios H-2A y H-2B. El H-2B se usa para lanzar la nave de carga HTV a la ISS, mientras que el H-2A se emplea para mandar satélites a la órbita geoestacionaria. Y el problema es que este lanzador es demasiado caro (unos cien millones de dólares por misión). En una época en la que estamos asistiendo a una reestructuración de la oferta de sistemas de lanzamiento a nivel mundial, Japón no quiere quedarse atrás.
Por este motivo la JAXA comenzó el desarrollo del lanzador de nueva generación H-3 en 2011 tomando como base el programa H-X de la década pasada. El 27 de febrero pasado la agencia espacial japonesa anunció la apertura del plazo para recibir propuestas de la industria para construir el nuevo lanzador, aunque nadie duda de que Mitsubishi Heavy Industries Ltd. -contratista principal del H-2- será el ganador.
El H-3 será un cohete criogénico de dos etapas muy similar al H-2, pero más potente. El H-2A puede poner entre 2,9 y 4,6 toneladas en órbita de transferencia geoestacionaria (GTO) usando las versiones H-2A202 (con dos cohetes de combustible sólido) y H-2A204 (con cuatro motores), mientras que el H-2B (con cuatro motores sólidos) es capaz de situar hasta 5,5 toneladas en GTO. Sin embargo, el H-3 será más flexible y podrá lanzar entre 2,1 y 6,5 toneladas a GTO (o un mínimo de 8 toneladas en órbita baja) gracias a que podrá usar entre cero y seis cohetes de combustible sólido, derivados a su vez de la segunda etapa Epsilon. El H-3 tendrá una altura de 60 metros y un diámetro del bloque central de 4,5-5 metros (el H-2B tiene un diámetro de 5,1 metros y 56 metros de altura).
La primera etapa usará dos nuevos motores criogénicos LE-X basado en la tecnología del LE-7A del H-2. Curiosamente, el LE-X será de ciclo abierto -o sea, menos eficiente- para abaratar las operaciones y los costes de desarrollo. Además el nuevo cohete usará instalaciones altamente automatizadas, por lo que la JAXA espera reducir el coste de cada lanzamiento a 50-65 millones de dólares. Resumiendo, el H-3 es una especie de H-2 en esteroides más flexible que le dará a la JAXA la capacidad de, por un lado, lanzar cargas pequeñas a menor coste y, por otro lado, poner en órbita satélites geoestacionarios de más de seis toneladas.
El H-3 será el quinto lanzador japonés de gran tamaño. En los años 70 y 80 Japón desarrolló los N-I, N-II y N-III de los años 70 y 80 con tecnología norteamericana y en la década de los 90 sacó adelante el H-II construido con tecnología propia, a partir del cual se creó el H-IIA y el H-IIB (básicamente una versión agrandada del H-IIA).
Japón hace tiempo que no busca liderar el mercado comercial de lanzamientos, pero la llegada del H-3 podría cambiar las cosas. En cualquier caso, lo que está claro es que el país quiere seguir manteniendo su independencia a la hora de lanzar cargas al espacio y la competitividad en el mercado internacional nunca ha sido ni será un factor determinante en este asunto. JAXA espera poder tener listo el H-3 para 2020 después de haber gastado 1900 millones de dólares en el proyecto. ¿Veremos una nave tripulada japonesa despegar sobre este nuevo lanzador? Poco probable, pero soñar siempre es gratis.
Comentarios
Publicar un comentario