Ya está aquí la ORKK, el nuevo gigante aeroespacial ruso

Aunque ya lleva un tiempo entre nosotros, el pasado 24 de abril las autoridades rusas dieron una rueda de prensa para darle la bienvenida oficial a la ORKK (Corporación Espacial y de Cohetes Unificada). La nueva organización -registrada formalmente el pasado 6 de marzo- reunirá a todas las empresas que actualmente forman parte del sector espacial ruso bajo una misma dirección conjunta. En teoría, la agencia espacial rusa Roscosmos seguirá dirigiendo la estrategia global del programa espacial ruso, mientras que la ORKK jugará el papel de ‘contratista principal’ del gobierno.
DSC_9347
Rueda de prensa del 24 de abril con Óleg Ostápenko (Roscosmos) e Ígor Komárov (ORKK).
El Kremlin quiere repetir con la ORKK el proceso de unificación empresarial que ha llevado a cabo con bastante éxito en otros ámbitos estratégicos como, por ejemplo, la aviación. Roscosmos debería limitarse a cumplir el papel de la NASA en EE.UU., aunque para ello el gobierno debería aumentar el nivel de financiación de los distintos centros de investigación que colaboran con la agencia espacial rusa. No obstante, a nadie se le escapa que una empresa tan poderosa como la ORKK tendrá voz e intereses propios y son muchos los que temen que Roscosmos quede relegada a un mero papel de figurante.
La reforma del sector espacial ruso es un tema que lleva discutiéndose muchos años, pero hasta hace bien poco la solución favorita del Kremlin era crear un puñado de empresas. Por este motivo, la propuesta de crear un único organismo como la ORKK fue una verdadera sorpresa. La ORKK agrupará a 48 organizaciones y 14 empresas tales como RKK Energía (constructora de las naves Soyuz y Progress), Khrúnichev (fabricante del cohete Protón y de módulos a la ISS), NPO Lávochkin (fabricante de satélites y sondas espaciales), TsSKB Progress (fabricante de los cohetes Soyuz), ISS Reshetniov (constructora de satélites), NPO Energomash (fabricante de motores y actualmente bajo control de Energía) o KBKhA (fabricante de motores), entre otras.
Rusia heredó de la Unión Soviética decenas de empresas y organismos relacionados con el programa espacial. Pero Rusia no es la URSS y todo el mundo está de acuerdo en que el país no puede soportar durante un tiempo indefinido la tremenda diversificación de los escasos recursos si quiere mantener una industria espacial competitiva a nivel mundial. El sector aeroespacial ruso arrastra una serie de problemas sistémicos desde hace años, siendo los principales la falta de recursos económicos y humanos (cada vez quedan menos profesionales cualificados formados durante la época soviética). La multitud de proyectos similares que han aparecido en los últimos años (algo que hemos podido ver muy claramente en ‘la guerra de los cohetes’) y que se han hecho la competencia unos a otros solamente han servido para malgastar recursos públicos y empantanar el desarrollo del sector.
Evidentemente, algún tipo de reforma es necesaria y se impone algún tipo de coordinación centralizada a la hora de gestionar el desarrollo de los distintos proyectos. Otra cuestión bien distinta es si la creación de un único conglomerado gigante como la ORKK es la solución a estos problemas. Aunque las distintas compañías que formen la ORKK tendrán cierto grado de libertad, aún está por ver cómo de efectiva será la organización entre las distintas empresas y cuál será el nivel de centralización en la toma de decisiones de la ORKK.
IM-2013-04-10-a-las-19.44.12
Proyecto de lanzador pesado de RKK Energía (RKK Energía).
Tampoco está nada claro cómo se gestionarán las relaciones entre la ORKK y Roscosmos. El anterior jefe de Roscosmos, Popovkin, fue destituido en buena medida por su oposición a la creación de la ORKK. A Ostápenko no le queda otra que pasar por el aro, pero ha presionando -sin éxito- para que sea Roscosmos la encargada de elegir el puesto de director general de la compañía, una medida destinada a controlar el nuevo gigante aeroespacial. Sin embargo, en los borradores oficiales sobre las competencias de la ORKK que han sido filtrados a la prensa prácticamente no se menciona a Roscosmos por ningún lado. Otro punto espinoso es el de los despidos de personal. La ORKK tiene como objetivo evitar la duplicación de esfuerzos y para lograrlo sus encargados han declarado que el sector está sobredimensionado en términos de recursos humanos. Habrá que ver cómo y dónde se realizarán estos ajustes.
En la rueda de prensa conjunta que dieron el jefe de Roscosmos Oleg Ostápenko y el director general de ORKK Ígor Komárov -nombrado el pasado 14 de marzo- se expusieron varios objetivos para el programa espacial ruso. El más llamativo es la creación de un lanzador superpesado, una propuesta recurrente que resurge cada cierto tiempo sin que exista por el momento ningún plan oficial que la respalde. Curiosamente, Ostápenko y Komárov declararon que el futuro lanzador deberá usar tecnologías desarrolladas para el cohete Energía de los años 80 (¿un brindis al sol o una mención expresa al proyecto Sodrúzhestvo de la empresa RKK Energía?). El nuevo lanzador deberá estar listo antes de 2025 y se desarrollará en dos fases. Primero entrará en servicio una versión con capacidad en órbita baja de 70-80 toneladas y posteriormente otra de 120-190 toneladas. Vamos, igualito que el SLS de la NASA.
31020212
La rampa del Soyuz-2 en Vostochni avanza a buen ritmo (Novosti Kosmonavtiki).
Otros objetivos, ya conocidos, son el desarrollo de la nueva nave tripulada PTK-NP y, en el futuro, la exploración de la Luna, los asteroides cercanos y Marte. O sea, nada nuevo bajo el sol. El cosmódromo Vostochni sigue siendo una prioridad nacional y lo cierto es que las obras marchan a muy buen ritmo. Hace poco Ostápenko visitó el futuro cosmódromo y, después de echar la bronca a los encargados del proyecto por una serie de pequeños escándalos y retrasos varios (algo muy normal en la política rusa), declaró que la rampa para cohetes Soyuz-2 estará lista el año que viene sin falta. A partir de 2015 comenzarán las obras de la rampa para cohetes Angará tal y como estaba previsto.
Son muchas las incógnitas que rodean a la nueva ORKK, pero en cualquier caso el nuevo gigante está aquí para quedarse. Pronto sabremos si su aparición supondrá una mejora del sector aeroespacial ruso. Tiempos interesantes se avecinan.

Comentarios

Entradas populares