NADA, la nueva agencia espacial norcoreana
Corea del Norte se convirtió en potencia espacial en diciembre de 2012 gracias a su cohete de tres etapas Unha (apodado en Occidente Taepodong-2), adelantándose a su eterno rival Corea del Sur por unos pocos meses. Pero las ambiciones espaciales de Kim Jong-Un no se limitan a poner un par de pequeños satélites en órbita baja. Y para llevar a cabo estos planes, el gobierno ha anunciado la creación de una nueva agencia espacial que ha sido bautizada como NADA (National Aerospace Development Administration). Sí, como lo oyen.
Los azares del destino, o quizás el fino humor de las autoridades norcoreanas, quisieron que el comunicado oficial apareciese el pasado 1 de abril -o sea, en April’s fools, el equivalente anglosajón a nuestro 28 de diciembre-, así que muchos, servidor incluido, pensaron que se trataba de una coña marinera de los medios. Pero no. La NADA existe. El nombre no parece ser muy afortunado, aunque evidentemente los coreanos no tienen por qué saber español. De hecho, en coreano NADA es Kukgaujugaebalkuk. Lo que sí parece claro es que tanto el acrónimo como el logo de la flamante agencia espacial recuerdan directamente a la NASA, algo bastante, digamos, inusual viniendo del país del que viene.
De acuerdo con el comunicado oficial, NADA tiene como objetivo “poner en práctica la idea y el principio del gobierno de la República Democrática de Corea del Norte para el desarrollo del espacio con fines pacíficos”. En el logo aparece el asterismo del carro de la constelación de la Osa Mayor, por lo visto para “reflejar la voluntad de los científicos espaciales de la República Democrática de Corea del Norte de glorificar la Corea de Kim Il Sung y Kim Jong Il como una potencia espacial”. NADA se encargará de coordinar los esfuerzos del país para poner en órbita satélites científicos y servirá de enlace con la comunidad internacional.
Corea del Norte intentó por primera vez situar un satélite por propios medios ya en 1998, cuando lanzó el cohete Paektusan 1 (Taepodong 1 en occidente), un misil de alcance medio Nodong modificado. El cohete no logró poner en órbita su carga útil y Corea del Norte decidió entonces suspender estos lanzamientos de prueba hasta tener en servicio un lanzador más potente. Durante la década pasada se desarrolló el cohete Unha de tres etapas. La primera fase está basada en el misil Nodong (a su vez, una modificación del misil Scud-D soviético), mientras que la segunda se cree que es una variante del misil R-27, también de fabricación soviética. Después de tres intentos fallidos en 2006, 2009 y 2012, Corea del Norte logró poner en órbita el pequeño satélite Kwangmyŏngsŏng 3-2 en diciembre de 2012 mediante un lanzador Unha-3.
Bromitas condescendientes aparte, lo cierto es que Corea del Norte posee un programa espacial propio con objetivos propios. Ciertamente sus medios técnicos y materiales son muy limitados, pero sería un error ignorar los progresos alcanzados por este pequeño país en los últimos años. Nadie duda de que Corea del Norte, al igual que Irán, usa el programa espacial como excusa para desarrollar tecnología asociada con misiles balísticos intercontinentales, intentando evitar así una confrontación directa con la comunidad internacional (efectivamente, se cree que Corea del Norte ha desarrollado el Unha con ayuda iraní). Pero, independientemente de sus orígenes, lo interesante es que a raíz de este esfuerzo puede surgir un programa espacial civil con múltiples aplicaciones. Y, teniendo en cuenta el profundo grado de aislamiento internacional de esta nación, ver cómo se desarrolla su programa espacial será un auténtico experimento social y tecnológico hecho realidad.
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