Vuelos a la estratosfera desde España
La empresa Zero2Infinity, basada en Barcelona, pretende convertir en rutinarios los viajes en globo hasta la estratosfera. Además de ofertar vuelos no tripulados para realizar experimentos de todo tipo, quiere introducirse en el mercado del ‘turismo espacial’ con el proyecto Bloon, un globo de 120 metros de diámetro que transportará una cápsula con capacidad para seis personas (cuatro turistas y dos tripulantes). Por supuesto, y a pesar de lo que se ha podido leer en algunos medios, conviene aclarar que este tipo de vuelos aerostáticos no pueden ser considerados misiones espaciales ni de lejos.
Bloon será capaz de ascender hasta los 36 kilómetros de altura, una gran experiencia para un turista, pero muy lejos de la ‘frontera oficial del espacio’ situada en los 100 kilómetros de altura. No cabe comparación por tanto con los vuelos suborbitales, donde los tripulantes superan los cien kilómetros de altura y experimentan la microgravedad durante varios minutos. Aunque la empresa ha acuñado el término ‘espacio cercano’ para describir su proyecto, Bloon será en realidad un globo estratosférico de ‘los de toda la vida’. Evidentemente, esto no le resta un ápice de interés a la iniciativa, pero me gusta llamar a las cosas por su nombre.
La cápsula de Bloon es una cabina presurizada de forma toroidal de cinco metros de diámetro dotada de cuatro ventanas para contemplar el paisaje. El viaje duraría seis horas en total, incluyendo tres para llegar hasta la estratosfera y dos horas de vuelo de crucero a 36 kilómetros de altura. Después, la cápsula se soltaría del globo y los estratonautas experimentarían unos segundos de caída libre antes de que se abra el paracaídas principal. Los segundos que transcurrirán antes de que se despliegue el paracaídas serán con toda seguridad los más tensos del vuelo. El descenso durará una hora aproximadamente.
Tras haber realizado varias pruebas no tripuladas con globos más pequeños desde Toledo, León y Córdoba, la empresa estudia basar sus operaciones en la isla de Fuerteventura. Zero2Infinity, liderada por el ingeniero granadino José Mariano López Urdiales, pretende ofertar estos vuelos turísticos a la estratosfera por el módico precio de 110000 euros. Lo de módico es un decir, obviamente. Más bien me parece una barbaridad teniendo en cuenta que un vuelo suborbital en la Space Ship 2 de Virgin Galactic sale por unos 180000 euros.
Viajar a la estratosfera puede que no sea lo mismo que ir al espacio, pero no es moco de pavo. Antes de que los turistas puedan sentarse cómodamente en el globo, la empresa debe desarrollar varias tecnologías que permitan llevar a cabo estos vuelos de forma segura. Por eso, a finales de este año se efectuarán vuelos tripulados de prueba en los cuales los estratonautas llevarán un traje de presión desarrollado por la empresa norteamericana Final Frontier Design, fundada por Ted Southern y Nikolai Moiseev (como curiosidad, Moiseev trabajó en la empresa NPP Zvezdá, fabricante de todos los trajes espaciales soviéticos y rusos hasta la fecha). Precisamente, el traje acaba de llegar ya a la sede de Zero2Infinity en España, lo que no ha resultado ser un proceso nada trivial. Y es que, a la hora de exportarlos, el gobierno estadounidense considera que los trajes espaciales son armas, y por lo tanto están sujetos a las estrictas regulaciones ITAR.
El traje de presión es una escafandra intravehicular o IVA (vamos, que no se puede salir al exterior con ella) basada en el modelo 3G de FFD, pero de color blanco (el 3G de serie es negro y rojo) para evitar un calentamiento excesivo. El traje es muy ligero y apenas alcanza los 7 kg. Eso sí, en los vuelos comerciales de Bloon los turistas no necesitarán llevar traje alguno (supongo que en caso de despresurización la cápsula podrá volver a la superficie rápidamente en paracaídas y habrá algún tipo de suministro de oxígeno de emergencia).
Como decíamos más arriba, viajar a la estratosfera no es lo mismo que ir al espacio, pero solamente un puñado de elegidos ha logrado volar tan alto a bordo de un globo. El primer vuelo en globo por encima de los 30 kilómetros no tendría lugar hasta finales de los años 50. Entre 1957 y 1960 Joseph Kittinger y David Simons superaron esta barrera dentro del marco de los programas militares Man High y Excelsior. En mayo de 1961 Malcolm Ross y Victor Prather llegaron a los 34,7 kilómetros de altura durante el vuelo del Strato-Lab V de la armada estadounidense. Un récord que solamente sería superado en octubre de 2012 cuando Felix Baumgartner saltó en paracaídas desde los 39 kilómetros tras haber subido con el globo Red Bull Stratos. En definitiva, una lista muy corta.
Zero2Infinity no es la única empresa que planea llevar a cabo vuelos turísticos a la estratosfera -ahí tenemos a World View Enterprises, por ejemplo- pero sí que podría ser la primera. Que exista un mercado para turistas de tan altos vuelos es otra historia.
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