¡Rosetta se ha despertado! (historia de un explorador de cometas)
La agencia espacial europea (ESA) ha despertado hoy 20 de enero de 2014 a las 10:00 UTC a la sonda Rosetta después de una hibernación de 31 meses. La señal confirmando su activación exitosa se recibió unas seis horas más tarde, a las 18:19 UTC. El próximo agosto la sonda debe entrar en órbita alrededor del cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko y en noviembre se espera que la pequeña subsonda Philae se pose en la superficie. Será la primera vez que un artefacto humano orbite y aterrice un núcleo cometario y la culminación de una misión que lleva diez años en el espacio.
Para poder alcanzar al cometa Churyumov-Gerasimenko, Rosetta ha tenido que viajar casi más allá de la órbita de Júpiter, todo un récord para una sonda dotada de paneles solares. Pero precisamente por culpa de la falta de luz solar y las frías temperaturas del Sistema Solar exterior ha sido necesario apagar la mayoría de sistemas de la nave con el fin de garantizar su correcto funcionamiento. El 8 de junio de 2011 Rosetta fue puesta en hibernación, algo que nunca se había intentado antes en una misión de este tipo. Todos los sistemas de la nave dejaron de funcionar con excepción del ordenador de a bordo con los ‘relojes despertadores’ y algunos calefactores. La sonda comenzó a girar sobre sí misma, asegurando así su estabilidad en ausencia de cualquier tipo de intervención humana.
Con el fin de garantizar que la sonda pueda despertarse sin problemas, la nave incluye cuatro relojes redundantes. La señal para la activación se genera cuando al menos dos de los relojes finalizan la cuenta atrás hasta cero. Una vez que la sonda estuvo despierta, el primer paso fue calentar los instrumentos encargados la navegación -sensores estelares- hasta una temperatura óptima de 30º C para permitir que la nave pueda saber exactamente cómo está orientada con respecto a la bóveda celeste. El siguiente paso fue frenar la rotación -una vuelta cada minuto y medio- mediante los propulsores secundarios -la nave cuenta con 24 propulsores de 10 newton de empuje para esta tarea- con el fin de orientarse en los tres ejes, una maniobra necesaria para poder apuntar los paneles solares de 32,7 metros de envergadura hacia el Sol. Aunque los paneles pueden generar hasta 8700 W de potencia eléctrica, a la distancia a la que se encuentra actualmente la sonda apenas llega un 4% de la luz que baña la Tierra, por lo que la potencia se reduce a 395 W.
Cuando se logró asegurar el flujo de electricidad la sonda de tres toneladas pudo apuntar a la Tierra su antena de alta ganancia de 2,2 metros de diámetro y transmitir una señal confirmando su activación. Desde las 14:35 UTC la antena de 70 metros de Goldstone (NASA DSS-14) comenzó a observar la región del cielo donde está Rosetta por si acaso. El transmisor en banda S de la Rosetta fue activado a las 17:00 UTC aproximadamente para mandar la señal, que fue recibida a las 18:19 UTC por la antena de Goldstone tras recorrer los 800 millones de kilómetros que nos separan de la sonda. El control de la misión situado en el ESOC (European Space Operations Centre) de Darmstadt (Alemania) sería el encargado de anunciar oficialmente la recepción de la señal. Posteriormente se mandó a la nave la orden para que envíe su telemetría. Todo el proceso, desde la activación hasta el envío de la señal, ha durado unas seis horas. La ventana de comunicaciones de hoy duraba hasta las 18:30 UTC. De no haberse establecido contacto, la sonda estaba programada para repetir todo el proceso de activación.
La misión Rosetta fue aprobada en enero de 1985 como la lógica sucesora de la exitosa sonda Giotto que sobrevoló el cometa Halley en 1986. Fue seleccionada como parte del programa Horizonte 2000 de la ESA y en principio era una misión de retorno de muestras. La misión, conocida como Comet Nucleus Sample Return Mission (CNSR), debía haber contado con la participación de la NASA. La agencia norteamericana estaba planeando por entonces lanzar la misión CRAF (Comet Rendezvous and Asteroid Flyby) para estudiar de cerca un cometa. CRAF sería la segunda misión que usaría el diseño Mariner Mark II después de la misión Cassini a Saturno, pero los sobrecostes amenazaban con llevarse por delante todo el programa. La participación de la ESA se consideró clave para salvar el proyecto. A finales de 1985 la sonda fue bautizada como Rosetta en referencia a la famosa piedra del mismo nombre que permitió descifrar los jeroglíficos egipcios. No en vano, los cometas son auténticas piedras de Rosetta que resultan claves para comprender el origen del sistema solar.
A finales de los 80 se concretaron los detalles de la misión Rosetta Comet Nucleus Sample Return (CNSR) entre la ESA y la NASA. El diseño general de la sonda se completó en 1991. La nave estaría formada por una sonda CRAF remozada, de tal forma que la estructura principal sería la sonda Mariner Mark II suministrada por la NASA con los sistemas de propulsión, la aviónica, los generadores de radioisótopos RTG y varios instrumentos principales. La ESA se encargaría del tren de aterrizaje cometario dotado de un taladro y la cápsula para el retorno de muestras. Según el plan original, Rosetta despegaría mediante un cohete Titán IV y, después de realizar un sobrevuelo de la Tierra, alcanzaría el cometa elegido varios años después, donde aterrizaría para estudiarlo y recoger muestras. Completada su misión, la sonda ‘despegaría’ del cometa, dejando el tren de aterrizaje europeo en el núcleo. La cápsula con las muestras entraría en la atmósfera terrestre dos años y medio más tarde. Se estudió llevar a cabo la misión Rosetta CNSR como una variante de la misión CRAF o como una misión separada, pero la agencia espacial norteamericana no estaba nada convencida con ninguna de las dos propuestas.
En 1992 la NASA canceló la sonda CRAF y un año después se retiró de la misión Rosetta, por lo que la ESA tuvo que simplificar drásticamente sus planes. Después de flirtear durante un tiempo con la posibilidad de mantener la capacidad de traer muestras a la Tierra usando propulsión iónica, finalmente Rosetta estaría formada por un simple orbitador de 3000 kg (810 kg sin combustible) de fabricación europea alimentado por paneles solares que usaría la plataforma de un satélite de comunicaciones para ahorrar costes. El cohete elegido para lanzar la nave sería el Ariane 5. Se mantuvo la opción de añadir un pequeño aterrizador o penetrador de superficie si el presupuesto lo permitía.
En 1994 la ESA anunció que la sonda llevaría dos pequeños aterrizadores de 45 kg cada uno. El DLR alemán propuso la sonda RoLand (Rosetta Lander), mientras que el CNES francés optó por el aterrizador Champollion, diseñado conjuntamente con la NASA. Originalmente RoLand tenía forma cilíndrica, pero posteriormente se adoptó una configuración pentagonal. Por su parte, Champollion debía tener una estructura muy parecida, pero con forma hexagonal. En verano de 1996 la NASA se retiró de Champollion, por lo que el CNES francés se sumó a la propuesta RoLand para crear un único aterrizador de mayor tamaño y unos 100 kg de masa. El vehículo, conocido inicialmente como Rosetta Lander, sería bautizado como Philae en honor al templo egipcio del mismo nombre donde se descubrió la Piedra de Rosetta original. Philae terminaría por tener una masa de 98 kg, de los cuales 26,7 kg serían instrumentos científicos.
A principios de 1999 se pensó en resucitar la sonda Champollion como parte de una misión de bajo coste franco-norteamericana llamada Deep Space 4 para aterrizar en el cometa Wild 2 en 2006 y traer muestras de su superficie. Aunque se simplificó la misión y se decidió no retornar muestras, la misión, que formaba parte del programa New Milennium de la NASA, duró poco y sería cancelada a finales de 1999.
El objetivo elegido inicialmente para Rosetta fue el 67P/Churyumov-Gerasimenko, un cometa de cuatro kilómetros de diámetro descubierto en 1969. Probablemente originario del Cinturón de Kuiper, este cometa se formó hace 4600 millones de años y tarda 6,6 años en dar una vuelta al Sol. Cuando finalmente se decidió lanzar la sonda en 2003 hubo que elegir otro cometa de periodo corto, por lo que se optó por el 73P/Schwassmann-Wachmann 3. Lamentablemente, este cometa comenzó a desintegrarse en 1995, así que se decidió enviar la sonda al 46P/Wirtanen. Estaba planeado que Rosetta alcanzase este cometa en 2011 después de realizar dos sobrevuelos de la Tierra y uno de Marte, pero un fallo en el cohete Ariane 5 obligó a posponer el lanzamiento un año. Otra vez fue necesario cambiar de cometa. El ganador sería el 67P/Churyumov-Gerasimenko, paradójicamente el objetivo inicial de la misión. Todos estos cometas tienen en común una órbita que apenas está inclinada con respecto a la eclíptica -el plano orbital de la Tierra-, por lo que pueden ser visitados por Rosetta sin gastar mucho combustible. El coste total de la misión sería de mil millones de euros.
Rosetta fue lanzada el 2 de marzo de 2004 mediante un cohete Ariane 5G+, pero para alcanzar su objetivo ha tenido que realizar varias maniobras de asistencia gravitatoria. En total ha sobrevolado tres veces la Tierra (el 4 de marzo de 2005, el 3 de noviembre de 2007 y el 12 de noviembre de 2009) y una vez Marte (25 de febrero de 2007). Para entretenerse, la sonda ha aprovechado este periplo y ha sobrevolado dos asteroides, el 2867 Šteins en septiembre de 2008 y el 21 Lutetia en julio de 2010, por lo que podemos decir que, desde el punto de vista científico, la misión ya ha sido un éxito.
A diferencia de otras misiones que han estudiado cometas durante un fugaz sobrevuelo (Giotto, VeGa, Stardust, Deep Impact/EPOXI o Deep Space 1), Rosetta estudiará el cometa Churyumov-Gerasimenko -apodado Chury por algunos científicos- hasta diciembre de 2015 como mínimo. Usará para ello un total de 21 instrumentos científicos (tres de ellos suministrados por la NASA), de los cuales 11 están situados en la sonda y el resto en Philae. Para el gran público, no cabe duda de que la cámara OSIRIS será la gran protagonista.
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