Presupuesto de la NASA 2014

Después de una larga espera ya tenemos el presupuesto final de la NASA para el año fiscal 2014 -que comenzó hace tres meses- según el cual la agencia espacial recibirá unos 17647 millones de dólares este año. La aprobación anual de los presupuestos federales de los Estados Unidos es un bonito toma y daca entre la Casa Blanca y las dos cámaras del Congreso que puede durar bastante tiempo. La NASA, como cualquier otra agencia gubernamental, debe sufrir en sus carnes este largo proceso de propuestas, contrapropuestas y acuerdos. El presupuesto final -que todavía puede sufrir algún cambio de aquí a su ejecución- queda tal que así:
Captura de pantalla 2014-01-15 a la(s) 20.03.39

Como vemos, nada nuevo en el horizonte. El presupuesto final es prácticamente idéntico al que propuso en su momento la administración Obama y es muy similar al que ha recibido la agencia estos últimos años. La partida de ciencia planetaria -es decir, las sondas espaciales para explorar el Sistema Solar- recibe un aumento de 127 millones con respecto al presupuesto inicial de la Casa Blanca, pero sigue siendo una de las partidas más castigadas. Según el acuerdo final del Congreso, de esos 127 millones extras, 80 millones deberán destinarse al estudio de una sonda a Europa -algo que ya se contemplaba en los presupuestos del año pasado-, por lo que en realidad el presupuesto final no sufre un aumento significativo. Recordemos que la comunidad científica sigue esperando la aprobación de la misión Europa Clipper para explorar esta fascinante luna de Júpiter. El Congreso recomienda a la NASA que incremente el ritmo de lanzamientos de sondas de tipo Discovery -las más baratas-, una medida que tiene por objetivo paliarla sequía de misiones que se nos avecina durante la próxima década.
El Programa de Exploración, que es la forma que tiene la NASA para referirse al desarrollo del cohete gigante SLS y la nave Orión, recibe un incremento del 5% con respecto al presupuesto inicial, algo lógico si tenemos en cuenta que el SLS/Orión surgió como reacción del Congreso a la cancelación del Programa Constelación por parte de Obama. De los 4113,2 millones que recibe este programa, 1900 millones se destinarán al SLS y otros 1900 millones a la nave Orión. Por otro lado, el informe que acompaña al presupuesto final echa un jarro de agua fría a la posible misión destinada a capturar un asteroide y traerlo a las cercanías de la Luna para que sea visitado por astronautas a bordo de una nave Orión. De acuerdo con el Congreso, la NASA no ha analizado a fondo los costes de una esta misión, algo fundamental antes de seguir adelante con el proyecto. En definitiva, un año más el SLS/Orión se nos revela un monstruo que absorbe más y más recursos económicos de la agencia a medida que sus objetivos se desdibujan progresivamente. Eso sí, un monstruo que no ha superado el presupuesto asignado y que, por ahora, no sufre ningún retraso significativo en su desarrollo. Curiosamente, el acuerdo parece sugerir que la NASA debería construir el SLS Block II -con una capacidad de carga de 130 toneladas- directamente, en vez de desarrollar primero la versión Block I de 70 toneladas.
sls-initial-configuration_0
Cohete SLS en versión de carga (NASA).
Dentro del Programa de Exploración se incluye la partida para vuelos tripulados comerciales, que recibe un varapalo y finalmente será un 15% inferior a lo que quería Obama, un dinero que ha sido desviado al SLS/Orión. Esta reducción podría afectar a la fecha prevista de entrada en servicio de la primera nave tripulada privada, prevista para 2017. El programa de vuelos comerciales recibirá 696 millones, de los cuales 171 millones solamente serán entregados a la agencia cuando ésta lleve a cabo un análisis de los costes y beneficios del programa.
La partida de Tecnología Espacial, destinada a desarrollar nuevas tecnologías para misiones espaciales, disminuye nada más y nada menos que un 22%, quedando en 576 millones. Las operaciones espaciales -el mantenimiento de la ISS, vamos- recibirá lo previsto por la Casa Blanca, o sea, 3778 millones.
Por su parte, las misiones científicas no planetarias recibirán el presupuesto esperado, lo que incluye 658 millones de dólares para el telescopio James Webb, que se mantiene como el agujero negro presupuestario de estos últimos años. La gran sorpresa ha sido el aumento en un 25% de la partida destinada a educación. De hecho, y sin el aumento, pensar que la NASA se gasta unos cien millones de dólares anuales en actividades de divulgación me pone verde… de envidia.
Por último, el informe veta expresamente cualquier tipo de colaboración espacial con China, sin importar su coste o naturaleza. Toda una declaración de intenciones que no pasará desapercibida en Pekín.

Comentarios

Entradas populares