Novedades con Inspiration Mars
Inspiration Mars es una iniciativa privada promovida por el ex astronauta y millonario Dennis Tito que pretende llevar una pareja de astronautas alrededor de Marte dentro de una pequeña nave espacial. De salir adelante, la misión despegaría en 2018 y tendría una duración de 501 días, aunque la tripulación sólo estaría en las proximidades del planeta rojo durante unas diez horas. Cuando esta propuesta se hizo pública el pasado febrero, el aspecto técnico de la iniciativa no destacó especialmente por su solidez. El proyecto hacía uso del lanzador Falcon Heavy de SpaceX y su cápsula Dragon, pero la falta de detalles técnicos no inspiraba mucha confianza (no pun intended).
El caso es que los chicos de Inspiration Mars se lo han pensado mejor y hace unas semanas presentaron una nueva versión del proyecto bastante más realista. En su nueva reencarnación, Inspiration Mars va a por todas y ha decidido apuntar a lo más alto. Además de buscar colaboración con otras empresas privadas, la iniciativa busca desesperadamente el apoyo de la NASA.
La nave marciana está ahora formada por un módulo hábitat derivado de la nave de carga Cygnus PCM de la ISS, fabricada por la empresa Orbital. El hábitat estaría acoplado a un módulo de servicio, también derivado del de la Cygnus, con dos paneles solares y un sistema de propulsión para pequeñas maniobras de corrección y orientación de la nave. La tripulación reentraría en la atmósfera terrestre en la cápsula ERP (Earth Reentry Pod) que estaría acoplada al otro extremo del hábitat. La ERP estaría basada en el diseño de la cápsula Orión (MPCV) de la NASA, pero sería más pequeña y tendría un nuevo escudo térmico. Lamentablemente, Inspiration Mars no puede usar una cápsula Orión de serie, ya que la velocidad de reentrada en esta misión puede alcanzar los 14,2 km/s, mientras que el escudo de ablación de la Orión solamente es capaz de resistir hasta los 11,2 km/s.
Pero el cambio más importante tiene que ver con el lanzador. En vez del Falcon Heavy se usará el futuro SLS de la NASA, con una capacidad de carga en LEO mucho mayor (70 toneladas frente a 53 toneladas). El SLS pondría en órbita la nave formada por el hábitat y la cápsula ERP junto con la etapa criogénica DUUS. La tripulación de dos personas sería lanzada por separado en una nave privada para evitar tener que dotar de sistemas de escape al SLS. Una vez en órbita, la tripulación se acoplaría con la nave marciana y pondrían rumbo a Marte. Curiosamente, Inspiration Mars ha elegido la nave CST-100 de Boeing para las ilustraciones del nuevo informe en vez de la Dragon de SpaceX, lo que, sumado a la renuncia del FH como lanzador, parece indicar que no han llegado a ningún acuerdo sólido con esta compañía.
Con el SLS y la Cygnus asegurados, si Inspiration Mars quiere salir adelante debería desarrollar un nuevo escudo térmico y la cápsula ERP, los sistemas de soporte vital de ciclo cerrado del hábitat y la etapa superior DUUS (la NASA está actualmente desarrollando la iCPS para el SLS, no la DUUS). Evidentemente, demasiados cabos sueltos para que el plan sea viable. ¿Qué hacer entonces? Pues pedir formalmente colaborar con la NASA y que Inspiration Mars pase a ser una iniciativa más de la agencia espacial. Ni corto ni perezoso, Dennis Tito testificó hace unos días ante el congreso de los EEUU para exponer su plan. Según el millonario, la NASA debería aportar 700 millones de dólares para desarrollar la DUUS, mientras que Inspiration Mars pondría los 300 millones restantes. Además, la NASA colaboraría -no se sabe muy bien por qué debería hacerlo- de forma altruista y aportaría el SLS ‘gratis’.
¿La respuesta de la NASA? Pues obviamente, mandar a paseo a Tito y a su Inspiration Mars, lo que, por otro lado, no constituyó ninguna sorpresa. Como resultado, a día de hoy, la propuesta de Inspiration Mars está prácticamente muerta. Sin embargo, Tito no es un hombre que se rinda fácilmente. En vista de que es prácticamente imposible que su proyecto se haga realidad de aquí a 2018 ya está pensando en posponerlo. Lamentablemente, la ventana de lanzamiento de 2018 para una trayectoria de retorno libre no se repetirá en quince años, pero otra opción es lanzarla en 2021 y añadir un sobrevuelo de Venus para regresar a la Tierra. No se trata de una ventana de lanzamiento tan ventajosa como la de 2018 y el viaje duraría un par de meses más, pero al menos la pareja de astronautas sobrevolaría un planeta adicional. Una buena idea, aunque yo no aguantaría la respiración a la espera de que sea aprobada.
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