La nueva guerra de los supercohetes rusos
Si a algo nos tiene acostumbrados el programa espacial ruso es a la eterna búsqueda de un lanzador pesado que revolucione el panorama de la conquista del espacio. El desarrollo de un cohete de gran tamaño se ha convertido en una especie de búsqueda sin fin del Santo Grial. Coincidiendo con el 25º aniversario del lanzamiento del transbordador Burán por el cohete Energía, en las últimas semanas han aparecidoalgunos anuncios oficiales sobre el desarrollo de un nuevo lanzador ruso de gran tamaño. Desgraciadamente, lo más probable es que se trate de un simple brindis al sol.
Pongámonos en situación. Actualmente el lanzador ruso más potente es el Protón-M de la empresa Khrúnichev, que deberá ser sustituido en breve por el Angará-A5, también de Khrúnichev. Pero el desarrollo de este lanzador acumula un retraso tan escandaloso que es mejor no hacer apuestas sobre su futuro. Eso sí, este retraso no es óbice para que Khrúnichev siga proponiendo versiones pesadas de este lanzador como el Angará-A7, elAmur-A5 o el Yenisey-A5, estos dos últimos con capacidad para situar en órbita baja hasta 125 toneladas. La cosa se podría quedar así si no fuera porque Khrúnichev no es el único protagonista en este juego. La empresa RKK Energía, fabricante de las naves Soyuz, quiere desarrollar un nuevo cohete para la futura nave tripulada rusa, la PTK-NP (PPTS). En principio, esta nave debía haber sido lanzada por el Rus-M de la compañía TsSKB Progress, pero este lanzador fue cancelado y actualmente se espera que despegue usando un cohete Angará-A5P. El problema es que, aparte de que este cohete no existe, deberá despegar desde un cosmódromo que tampoco existe. Efectivamente, las obras del futuro cosmódromo de Vostochni marchan a buen ritmo, pero por ahora solamente se está construyendo una rampa para los cohetes Soyuz-2. Esto explica que Energía quiera crear un nuevo lanzador que pueda despegar desde ya en Baikonur y, en el futuro, desde Vostochni.
Energía propuso hace un par de años el Energía-K -una especie de ‘super-Zenit’ con un motor RD-175- para lanzar la PTK-NP, pero, no contentos con esto, han sugerido crear una familia de cohetes pesados que culminaría en el Energía-KVT o el Sodrúzhestvo, una especie de cohete Energía de los años 80 redivivo. Y eso no es todo. La última noticia es que Energía quiere desarrollar ahora el Energía-5K, un lanzador de cuatro etapas con capacidad para 70 toneladas en órbita baja (como el Angará-A7). El Energía-5K sería una variante pesada del Energía-K y ha sido concebido con el único propósito de llevar a cabo misiones a la órbita lunar con la PTK-NP. La primera y la segunda etapas serían cinco bloques con motores RD-171M -similares a los del Zenit, pero de mayor diámetro (4,1 metros en vez de 3,9)-, mientras que la tercera etapa usaría un motor RD-191V. La cuarta etapa sería criogénica y tendría un motor RD-0146. El Energía-5K es casi idéntico a otras propuestas de la familia Sodrúzhestvo que hemos podido ver estos últimos años, aunque aquellas hacían uso de un RD-120 para la tercera etapa.
Ya tenemos al Angará-A7 y al Energía-5K como propuestas de lanzadores con capacidad para situar unas 70 toneladas en órbita baja. Pero no se vayan todavía, que aún hay más. Khrúnichev no se contenta con el Angará y ha decidido sacar adelante una nueva familia de lanzadores denominada Kaskad. Los Kaskad vendrían en varias versiones denominadas 3K, 4K, 5K, 7K y 7KV, con capacidad para 17, 33, 49 77 y 130 toneladas respectivamente. La familia Kaskad hace gala de un diseño modular muy parecido al de la familia Energía-K, pero emplearía motores de queroseno y oxígeno líquido (kerolox) a muy poca presión, lo que en teoría aumentaría la seguridad en los vuelos tripulados, aunque a costa de introducir un gran número de cámaras de combustión. Así, el motor de cada bloque -de 3,9 metros de diámetro- tendría hasta ocho cámaras de combustión. Kaskad parece un intento de Khrúnichev por imitar la serie Falcon de SpaceX, así que no le auguramos mucho futuro teniendo en cuenta que si de algo pueden presumir los rusos es precisamente de sus motores de alto rendimiento. Sea como sea, el Kaskad-7K se ofrece como una alternativa interna al Angará-A7 y como competencia externa al Energía-5K.
¿Eso es todo? Pues no. Ya puestos a imaginar, Khrúnichev ha decidido lanzarse hacia lo desconocido y ha propuesto el Aldan-3, un cohete basado en el lanzador alado reutilizable MRKN. El MRKN es un proyecto mimado por los militares, que quieren construir una rampa para el mismo en Vostochni, así que Khrúnichev obviamente quiere buscarle alguna ventaja comercial a la criatura. El Apdan-3 tendría capacidad para 85 toneladas en órbita baja y emplearía una etapa central criogénica rodeada de dos aceleradores a base de metano y oxígeno líquido (el MRKN usará metano como combustible).
El conjunto de iniciativas de dudoso porvenir se completa con el Energía-80 y el STK-85. El Energía-80 es una propuesta de RKK Energía para construir un Energía-M con tecnología actual y capacidad para 80 toneladas en órbita baja. Usaría una etapa central criogénica y bloques laterales de kerolox. Por su parte, el STK-85 es un desarrollo de la empresa TsKB Progress de Samara -la fabricante de los cohetes Soyuz- con capacidad para 85 toneladas en órbita baja que emplearía metano como combustible y vendría ser una la continuación lógica de la nueva familia Soyuz-5 de cohetes a metano.
Si nos vamos al rango de los pesos pesados, los lanzadores con capacidad superior a las cien toneladas, las propuestas son más o menos las mismas que hace unos años. El Yenisey-5 y el Amur-5 de Khrúnichev se encuentran entre ellas, pero también el Aldan-5 y el Kaskad-7V de la misma empresa. RKK Energía propone, además del Sodrúzhestvo, el Energía-130 y TsSKB Progress hace lo propio con el STK-130, versiones avanzadas del Energía-80 y el STK-85 respectivamente.
Todos estos proyectos tienen pocas posibilidades de ver la luz, aunque al menos son más realistas que las últimas propuestas de lanzadores superpesados. Pero lo primero que debe hacer Rusia es desarrollar y poner en servicio el Angará de una vez por todas. Luego ya hablaremos.
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