¡Géiseres en Europa!

El equipo del telescopio espacial Hubble ha anunciado hoy que Europa, una luna de Júpiter, podría tener géiseres de vapor de agua de doscientos kilómetros de altura en su hemisferio sur. Alucinante. Un auténtico bombazo que podría revolucionar la exploración futura del Sistema Solar. Recordemos que Europa es junto a Marte el lugar del Sistema Solar -dejando a un lado la Tierra, obviamente- con un mayor potencial de habitabilidad gracias a la hipotética presencia de un océano global subterráneo. Recalquemos lo de hipotético, porque aunque existen muchas evidencias indirectas, nadie ha confirmado su existencia más allá de toda duda.
hs-2013-55-a-print
Fotomontaje que superpone las observaciones de los géiseres del Hubble sobre una imagen de Europa (NASA/STScI).
Sin embargo, la presencia de vapor de agua podría indicar que estamos observando la acción de géiseres que lanzan agua desde el océano subterráneo hacia el espacio. Efectivamente, esto ya lo hemos visto antes: Encélado, una pequeña luna de Saturno famosa por sus géiseres alimentados por la energía de las fuerzas de marea. Eso sí, antes de emocionarnos demasiado vale la pena señalar que el vapor de agua podría crearse en la corteza de hielo de esta luna, aunque los investigadores creen que el origen más lógico es el océano.
Un equipo de astrónomos dirigido por Lorenz Roth ha llegado a esta increíble conclusión después de observar con el Hubble la tenue atmósfera europana en noviembre y diciembre de 2012. Un momento, ¿has dicho atmósfera? Pues sí, Europa tiene una atmósfera, pero es tan poca cosa que no es muy diferente del vacío que podemos encontrar en cualquier laboratorio terrestre. Esta atmósfera fue descubierta en 1995 por el telescopio Hubble y está formada por vapor de agua, hidrógeno, oxígeno e iones asociados a estos elementos. Roth y su equipo observaron el hidrógeno y el oxígeno presentes en esta atmósfera en el ultravioleta -en las líneas Lyman-alfa (121,6 nm) y OI (130,4 nm)- usando el espectrómetro STIS del Hubble. Para su sorpresa se encontraron con un exceso de emisión sobre el polo sur, lo que indica una mayor presencia de vapor de agua. En realidad, lo que observó el Hubble fue la luz ultravioleta de una auténtica aurora austral creada por la acción de la magnetosfera joviana sobre el satélite. La emisión se mantuvo constante durante más de siete horas, lo que nos permite descartar que pudiese tratarse del material eyectado por un impacto de un cometa o asteroide contra la superficie.
Captura de pantalla 2013-12-12 a la(s) 19.19.48
Observaciones del espectrómetro STIS del Hubble (izquierda) comparadas con un modelo de géiser de 200 km de altura (Roth et al.).
Las similitudes con los géiseres de Encélado -descubiertos por la sonda Cassini en 2005- son llamativas. Además de encontrarse en la misma zona geográfica (el polo sur), la intensidad de los géiseres varía con la posición de la luna en su órbita y parece que sólo están activos cuando Europa se halla lejos de Júpiter. Esta variabilidad también está presente en Encélado, aunque en el caso de esta luna los géiseres nunca cesan de emitir vapor de agua al espacio. Según los modelos teóricos, la variación de las fuerzas de marea al actuar sobre un océano subterráneo serían las causantes de este comportamiento. Por otro lado, la altura de los géiseres europanos es menor, de tan sólo 200 kilómetros frente a los 500 kilómetros de los chorros de Encélado, algo lógico teniendo en cuenta que Europa posee un campo gravitatorio más fuerte. Pero que la poca altura no te engañe. Europa está escupiendo siete toneladas de agua por segundo, mientras que Encélado apenas alcanza los 200 kg por segundo.
enceladus-snow-jets_41344_600x450
Los géiseres de Encélado (NASA/JPL).
Los hipotéticos géiseres sólo han sido detectados en una única ocasión, así que ahora debemos armarnos de paciencia y esperar más observaciones. Pero, de confirmarse su existencia, sus repercusiones serían enormes. Por un lado, se trata de una evidencia directa que favorece la existencia de agua líquida bajo el hielo de Europa (aunque cuidado, no tiene porque ser un océano global, ya que los chorros podrían explicarse con un océano local situado bajo el polo sur, como en Encélado). Por otro lado, Europa pasaría a ser un mundo bastante más activo de lo que se pensaba, aumentando muchos puntos en la escala de prioridades de la exploración espacial. Las buenas noticias son que una futura sonda podría investigar la composición del océano de Europa sin necesidad de complejos estudios. Bastaría con atravesar los géiseres para ‘saborear’ el agua procedente del interior de esta apasionante luna.
Este anuncio se suma al posible descubrimiento, anunciado ayer, de arcillas -filosilicatos- en la superficie helada de Europa. Desde luego, nunca han existido tantos motivos para aprobar de una vez la misión Europa Clipper. Esperemos que la Casa Blanca se dé por enterada.

Comentarios

Entradas populares