La sonda japonesa Hayabusa 2 ya está lista
No todos los días podemos ver por primera vez una sonda que va a estudiar un nuevo mundo del Sistema Solar. Hablamos de la Hayabusa 2 (はやぶさ2), la sonda japonesa que será lanzada el próximo diciembre con el objetivo de traer a la Tierra muestras del asteroide 1999 JU3 y cuyo montaje ha sido completado. Hayabusa 2 intentará repetir así el éxito de su predecesora, que retornó a nuestro planeta una pequeña cantidad de regolito del asteroide Itokawa.
Hayabusa 2 sobrevolará la Tierra a finales de 2015 para quedar situada en una órbita ligeramente inclinada con respecto al plano de la eclíptica casi idéntica a la del asteroide. La sonda llegará a 1999 JU3 -que para entonces ya tendrá un nombre más digno- a mediados de 2018. En diciembre o noviembre de 2019 abandonará el asteroide con las preciadas muestras y llegará a la Tierra un año después. Hayabusa se convertirá así en la primera misión que logre traer a nuestro planeta un pedazo de un asteroide carbonáceo (de tipo C). Este tipo de asteroides, rico en volátiles (hielos) y sustancias orgánicas, ha permanecido relativamente intacto desde la formación del Sistema Solar, de ahí el interés que despierta en la comunidad científica internacional. Hayabusa 2 se adelantará por tanto a la sonda OSIRIS-REx de la NASA, una misión que traerá a la Tierra muestras del asteroide Bennu -otro asteroide de tipo C- en 2023. 1999 JU3 es más grande que Itokawa, con un diámetro de unos 980 metros frente a los 540 metros del objetivo de la primera Hayabusa.
Además de capturar muestras, Hayabusa 2 depositará en la superficie del asteroide dos pequeñas sondas denominadas MASCOT y MINERVA. MASCOT (Mobile Asteroid Surface Scout) ha sido desarrollado en colaboración con la agencia espacial alemana (DLR) y la agencia espacial francesa (CNES). Junto a MINERVA se convertirán en el segundo artefacto humano que se pose en un asteroide después de la sonda NEAR. Con una masa de apenas 10 kg, MASCOT lleva, además de otros tres instrumentos (un microscopio infrarrojo, un magnetómetro y un radiómetro), una cámara que nos permitirá ver la superficie de 1999 JU3 en primer plano. El campo de la cámara es de 55º y el aparato está inclinado 22º para permitir tomas del suelo y el ‘horizonte’ local al mismo tiempo. Incluye además un conjunto de LEDs de tres colores para iluminar la superficie de noche. MASCOT es un pequeño aparato (sus dimensiones son de 30 x 30 x 20 cm) más parecido a un cubesat que a una sonda de superficie y carece de un sistema de propulsión propio, por lo que su trayectoria dependerá de las condiciones de la maniobra de separación de la nave nodriza. Se espera que sobreviva al menos medio día sobre 1999 JU3.
Por su parte, el pequeño MINERVA -con una masa de apenas 0,5 kg- ya voló con la Hayabusa original, pero no alcanzó Itokawa por problemas técnicos y actualmente se encuentra orbitando el Sol. MINERVA (Micro/Nano Experimental Robot Vehicle for Asteroid) tiene unas dimensiones de 12 x 10 cm y será capaz de sobrevivir hasta tres días sobre el asteroide después de que Hayabusa 2 lo suelte a 17 metros de altura. Posee tres cámaras de 320 x 240 píxels capaces de ofrecer una resolución de 1 mm en la superficie de 1999 JU3.
Pero MASCOT no es la única mejora que incorpora Hayabusa 2 con respecto a la primera Hayabusa. Para empezar, su masa ha aumentado desde los 510 kg de la primera Hayabusa hasta los 600 kg. En vez de una única antena de alta ganancia, Hayabusa 2 llevará dos antenas en banda Ka y Ku derivadas de la sonda Akatsuki para el estudio de Venus. Con el fin de llegar hasta su objetivo, Hayabusa 2 también usará propulsión iónica, aunque sus motores han sido mejorados con respecto a la primera misión. El sistema de propulsión está formado por cuatro motores iónicos con un empuje de 5 a 30 milinewton, pero solamente funcionarán tres motores en un momento dado y el cuarto permanecerá de reserva. Complementando al sistema iónico, Hayabusa 2 lleva doce pequeños propulsores a base de propergoles hipergólicos de 20 newton de empuje cada uno.
Hayabusa 2 transporta casi los mismos instrumentos que su hermana: la cámara ONC-T (con un campo de visión de 5,7º x 5,7º y un sensor de 1024 x 1024 píxels), el espectrómetro infrarrojo NIRS3 (1,8-3,2 micras y 0,1º x 0,1º de campo), la cámara infrarroja TIR (8-12 micras, 12º x 16º de campo y 320 x 240 píxels), un altímetro láser (LIDAR) y el tubo para recoger muestras. Este último funcionará como en la anterior misión: la sonda se situará sobre la superficie apoyando el tubo contra el regolito. Entonces soltará una masa para levantar partículas de la superficie que se elevarán dentro del tubo y alcanzarán el contenedor de muestras que posteriormente será retirado en el interior de la cápsula de entrada. Esta cápsula tendrá una masa de 16,5 kg, una altura de 20 cm y un diámetro de 40 cm. Con el fin de facilitar la delicada maniobra de captura de muestras, Hayabusa 2 soltará cinco pequeñas esferas de diez centímetros de diámetro cada una que servirán de marcadores y ayudarán a que el sistema de guiado de la nave se aproxime correctamente a la zona elegida.
Junto a los instrumentos ya mencionados, Hayabusa 2 lleva el experimento SCI (Small Carry-on Impactor), que promete ser bastante espectacular. SCI consiste en una carga hueca con 4,5 kg de explosivo HMX que liberará un proyectil de 2,5 kg de cobre a gran velocidad. El proyectil impactará contra el asteroide a 2 km/s (7200 km/h), creando un cráter de entre dos y siete metros de diámetro que luego podrá ser estudiado por la sonda en detalle. Hayabusa 2 maniobrará para situarse lejos de la explosión, pero antes liberará una cámara autónoma denominada DCAM3 (Deployable Camera 3) que filmará el suceso para deleite de todos los terrícolas.
Si todo sale bien, Hayabusa 2 logrará traer a la Tierra muestras de un asteroide carbonáceo por una fracción del presupuesto y de la masa de la misión OSIRIS-REx de la NASA (la masa de la sonda OSIRIS-REx supera los 1500 kg). En definitiva, Hayabusa 2 es una misión tremendamente interesante con la que la JAXA espera poder recuperar el lugar que merece entre las agencias espaciales que se dedican a explorar el Sistema Solar después del fracaso de Akatsuki. Ahora sólo nos queda desearle suerte a la pequeña sonda que está a punto de iniciar su largo viaje interplanetario. がんばって!
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