Kapteyn b: descubierto el planeta habitable más antiguo
La Estrella de Kapteyn es una de las vecinas del Sol. Situada a tan solo 13 años luz de nuestro Sistema Solar, es una pequeña enana roja de 0,28 masas solares que fue descubierta en 1898 por el astrónomo holandés Jacobus Kapteyn. Debido a su proximidad durante décadas ha protagonizado numerosos relatos de ciencia ficción, pero nadie sabía si esta estrella tenía o no planetas a su alrededor. Hasta hoy.
Un equipo de astrónomos ha anunciado el descubrimiento de dos supertierras alrededor de nuestra vecina mediante el método de la velocidad radial. La primera, Kapteyn b, tiene una masa mínima de 4,8 veces la terrestre y orbita con un perioro de 48,6 días. Por su parte, Kapteyn c sería siete veces más masiva que la Tierra y giraría más lejos, con un periodo de 121,5 días. Pero lo interesante es que Kapteyn b está situada en la zona habitable del sistema, o sea, que podría tener agua líquida en su superficie de forma permanente dadas las condiciones adecuadas.
Kapteyn c solamente recibe de su estrella el 10% de la irradiancia comparada con la Tierra, así que se encuentra fuera de la zona habitable. No obstante, podría tener agua líquida en su superficie con una atmósfera lo suficientemente densa. Eso sí, hay que insistir en que sólo sabemos las masas de ambos mundos. No conocemos su tamaño y, por tanto, su densidad. No sería extraño que Kapteyn c fuese en realidad un minineptuno.
La edad de Kapteyn es muy difícil de determinar, pero se cree que debe rondar los once mil millones de años. O lo que es lo mismo, Kapteyn b sería el planeta habitable más viejo conocido. Y es que la Estrella de Kapteyn (también conocida como GJ 191 o HD 33793) es también la estrella del halo galáctico más cercana al Sol. Estas estrellas se cree que se formaron cuando la Vía Láctea primigenia ‘despedazó’ varias galaxias satélites que la rodeaban y, por lo tanto, aquellas que han sobrevivido -bien dispersas, bien en los cúmulos globulares- son astros realmente viejos. De hecho, se cree que Kapteyn pudo formar parte del famoso cúmulo globular Omega Centauri o, mejor dicho, de la galaxia enana de la que salió. Algo bastante curioso si tenemos en cuenta que este cúmulo se encuentra actualmente a 17000 años luz de la Tierra.
La baja metalicidad de Kapteyn explica que no haya ningún gigante gaseoso a su alrededor y que el sistema esté formado por planetas rocosos (o, como mucho, minineptunos). El descubrimiento ha sido obra de los espectrómetros HARPS (en el telescopio de 3,6 metros de La Silla, Chile), PFS (en el telescopio Magellan II de Las Campanas, Chile) y el HIRES (del telescopio Keck de Hawái).
El hecho de que una estrella del halo tan vetusta como Kapteyn posea planetas ya es todo un descubrimiento que servirá para refinar las teorías de formación de la Galaxia. Pero el que hayamos descubierto el planeta habitable más viejo conocido parece casi de ciencia ficción.
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