China lanza la misión Chang’e 5-T1 a la Luna: ¿el primer paso para un vuelo tripulado chino a nuestro satélite?
China ha lanzado hoy a la Luna una extraña nave denominada Chang’e 5-T1 (‘misión de prueba de la Chang’e 5′) destinada a probar las tecnologías asociadas la misión Chang’e 5, una sonda que partirá en 2017 para recoger muestras de la superficie lunar y traerlas a la Tierra. A las 17:59 UTC del día 23 de octubre de 2014 ha despegado un cohete Larga Marcha CZ-3C/G2 con la Chang’e 5-T1 desde la rampa LC2 del centro espacial de Xichang. Tras dar una vuelta a la Luna, dentro de nueve días la cápsula de la Chang’e 5-T1 aterrizará en nuestro planeta. China se convertirá así en el tercer país tras los Estados Unidos y la Unión Soviética en recuperar una nave espacial que ha viajado hasta nuestro satélite.
¿Y por qué necesita China una misión de prueba previa como la lanzada hoy? Pues porque la futura Chang’e 5 no se limitará a aterrizar sobre la Luna, sino que estará formada por dos vehículos: uno se posará en la superficie mientras el otro segmento lo espera en órbita lunar. Tras recoger las muestras la etapa superior de la sonda de aterrizaje se acoplará con el orbitador y transferirá las muestras a una cápsula. Después de poner rumbo a casa, la cápsula reentrará en la atmósfera terrestre un par de días después con las preciadas muestras en su interior. Y aquí viene lo interesante. Si echamos un vistazo a la cápsula podremos comprobar que se trata de una versión ligeramente más pequeña del módulo de descenso de la nave tripulada Shenzhou.
Y las similitudes con un vuelo tripulado no se detienen ahí. La cápsula no realizará una entrada atmosférica directa sobre China, sino que llevará a cabo una reentrada doble -oskip reentry- como las naves Apolo norteamericanas o Zond/7K-L1 soviéticas. Durante la doble reentrada la cápsula frenará su velocidad de 11 km/s hasta los 8 km/s para luego volver a salir fuera de la atmósfera y descender finalmente a esta velocidad (vamos, como una piedra rebotando sobre un estanque). Y es que el objetivo de esta maniobra es reducir la aceleración durante el descenso, un requisito poco o nada prioritario en una misión automática, pero fundamental en una nave tripulada.
El caso es que China ha decidido que no quiere jugársela con la Chang’e 5 y probar todas estas nuevas tecnologías de golpe, así que ha decidido lanzar primero esta misión precursora o Chang’e 5-T1. La misión también ha sido apodada Chang’e 2.5 porque usará el cuerpo de la sonda lunar Chang’e 2 -a su vez idéntico al de la Chang’e 1- con la pequeña cápsula sobre ella. En cualquier caso, para probar la cápsula a velocidades de escape no es necesario enviar la sonda a la Luna, ya que basta situarla en una órbita muy elíptica (una técnica originalmente planeada para las primeras misiones Apolo). No obstante, China ha decidido mandar la Chang’e 5-T1 hacia la Luna, lo que dice bastante sobre la madurez del programa lunar chino.
Recordemos que China lanzó su primera sonda lunar en una fecha relativamente reciente como fue 2007. La Chang’e 1, un orbitador lunar, fue todo un éxito, y en 2010 la seguiría su hermana gemela Chang’e 2. El año pasado China dio un salto de gigante con la Chang’e 3, que alunizó impecablemente sobre la Luna y desplegó el pequeño rover Yutu. En 2016 despegará la Chang’e 4, una gemela de la Chang’e 3 mejorada. La Chang’e 5, mucho más grande y pesada, será la primera sonda lunar china que haga uso del nuevo cohete Larga Marcha CZ-5.
A nadie se le escapa que la Chang’e 5-T1 y la futura Chang’e 5 permitirá poner a punto tecnologías asociadas con un vuelo tripulado a la Luna. Aunque China no tiene oficialmente ningún proyecto para mandar un hombre a la Luna, está claro que está poniendo a punto todos los elementos para hacerlo realidad.
Chang’e 5-T1
La sonda ha sido construida por CAST (China Academy of Space Technology) y consta de una plataforma orbital derivada de las sondas Chang’e 1 y 2, a su vez basada en el bus DFH-3A, además de una cápsula similar a la que usará la sonda Chang’e 5 para traer muestras lunares a la Tierra. Llevará a cabo una trayectoria de retorno libre alrededor de la Luna (similar a la usada por el Apolo 13 o las sondas soviéticas 7K-L1/Zond). La cápsula aterrizará dentro de nueve días en Mongolia interior después de realizar una reentrada doble. Durante el viaje a la Luna de ida y vuelta realizará nueve correcciones de la trayectoria. Esta es la cuarta sonda que China manda a la Luna.
Junto con la Chang’e 5-T1 se ha lanzado la misión 4M (Manfred Memorial Moon Mission), un minisatélite luxemburgués de 14 kg acoplado a la tercera etapa del Larga Marcha CZ-3C.
Larga Marcha CZ-3C
El Larga Marcha CZ-3C (长征三号丙, Chang Zheng 3C o LM-3C) es un cohete de tres etapas con una capacidad de 3,8 toneladas en la órbita de transferencia geoestacionaria (GTO) o 9,1 toneladas en una órbita baja (LEO) de 200 km y 28,5º. El cohete tiene una longitud de 54,838 metros y una masa de 345 toneladas. El CZ-3C es una variante del CZ-3B con sólo dos impulsores laterales en lugar de cuatro. Este ha sido el primer vuelo de la versión G2, con capacidad para situar 2300 kg en trayectoria de escape.
La primera etapa, denominada L-180 (o CZ-3A-1), es similar a la empleada en el resto de cohetes Larga Marcha. Tiene una masa de 179 toneladas y unas dimensiones de 23,08 m x 3,35 m. Hace uso de un motor YF-21C (DaFY 6-2) de cuatro cámaras que quema tetróxido de nitrógeno y UDMH (una variante de la hidracina) con 2961,6 kN de empuje en total (740,4 kN cada cámara al nivel del mar) y unos 260 segundos de impulso específico (Isp). El motor YF-21C está compuesto por cuatro motores YF-20C. El control de vuelo de la primera etapa se consigue mediante el giro de los motores.
La primera etapa se complementa con dos propulsores de combustible líquido LB-40 de 15,326 m x 2,25 m equipados cada uno con un motor YF-25 (DaFY 5-1) de 740,4 kN de empuje y 260 s de Isp.
La segunda etapa tiene unas dimensiones de 9,943 x 3,35 metros y carga 49,605 toneladas de propergoles hipergólicos. Emplea un motor YF-24E, formado por un motor principal YF-22E (742 kN y 298 s) y un motor vernier YF-23C de cuatro cámaras de combustión (11,8 kN y 297 s).
La tercera etapa es criogénica (usa hidrógeno y oxígeno líquidos) y tiene unas dimensiones de 3,00 x 12,375 metros. Cuenta con 18,193 toneladas de combustible y posee un motor YF-75 de dos cámaras de combustión con 78,5 kN y 440 s.
Vídeo sobre la Chang’e 5-T1:
Vídeo del lanzamiento:
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