Regreso del ‘Arca de Noé’ espacial Fotón-M4
El 1 de septiembre a las 09:18 UTC aterrizó la cápsula del satélite ruso Fotón-M4 en la región de Orenburg, Rusia, después de 42 días en el espacio. El Fotón-M4 fue lanzado el pasado 18 de julio desde Baikonur con toda una batería de experimentos biológicos y tecnológicos en su interior. Los cosmonautas animales regresaron sin novedad, con la excepción de los geckos -también guecos o gekkos, o como quiera que se escriba en español- del experimento GEKKON-F4. Y es que, lamentablemente, los cinco reptiles -cuatro hembras y un macho- murieron en órbita. Los animales fallecieron tras dejar de digerir la comida como consecuencia de las bajas temperaturas que se dieron dentro del contenedor del experimento debido a un fallo técnico.
El resto de animales (moscas de la fruta) y plantas que regresaron con vida serán ahora analizados por el Instituto de Problemas Biomédicos de Moscú (IMBP). Como resultado de la muerte de los reptiles, Roscosmos ha decidido no lanzar más guecos al espacio hasta que se garantice su ‘seguridad’. Aparentemente, los científicos del IMBP eran conscientes del alto riesgo de fracaso que presentaba el experimento GEKKON-F4, pero decidieron incluirlo en la misión porque de no hacerlo habrían tenido que esperar a 2019 para ponerlo en órbita a bordo del Bión-M2.
La misión del Fotón-M4 ha estado repleta de sustos. El 19 de julio el control de tierra perdió la comunicación con el satélite, aunque afortunadamente se pudo restablecer el día 26. Eso sí, los encargados de la misión decidieron no elevar la órbita del Fotón-M4 hasta los 575 kilómetros y mantenerla en la órbita inicial de 252 x 551 kilómetros. Situar el satélite a 600 kilómetros tiene como objetivo estudiar las dosis de radiación sobre los organismos a esa altura, que son unas seis veces superiores a las que encontramos en la órbita de la ISS (300-400 kilómetros). Posteriormente, el 27 de agosto se dejó de recibir telemetría de la nave, por lo que el control de la misión tomó la decisión de hacer regresar el satélite dos semanas antes de lo previsto (originalmente el Fotón-M4 debía permanecer en órbita unos 60 días).
Pese a la muerte de los reptiles, la misión Fotón-M4 se puede considerar un éxito, a diferencia de la Bión-M1 lanzada en abril de 2013. Durante el transcurso de esa misión murieron 29 ratones (de un total de 45) y todos los jerbos (un total de ocho) y peces que iban a bordo. Curiosamente, los 15 guecos que viajaron en el Bión-M1 sí sobrevivieron a su odisea espacial.
Tanto el Bión-M1 como el Fotón-M4 son naves construidas por la empresa TsSKB Progress de Samara. Combinan los módulos de servicio y propulsión de los satélites espía Yantar/Kobalt con una cápsula esférica sharik derivada del programa Vostok/Zenit de principios de los años 60. El Fotón-M4 era el primer ejemplar de la serie 34KSM y tenía una masa de 6840 kg, incluyendo 850 kg repartidos en 22 instrumentos científicos (unos 600 kg dentro de la cápsula). Además de los guecos, la carga biológica incluía moscas de la fruta, varios microorganismos y plantas. A diferencia de los Bión, la serie Fotón no está dedicada exclusivamente a estudios biológicos, ya que su objetivo principal es la experimentación de nuevos materiales y tecnologías en microgravedad.
Los investigadores están interesados en los experimentos biológicos a bordo de los Bión-M y Fotón-M porque pueden estar sometidos a mayores dosis de radiación que sus homólogos en la estación espacial, no deben cumplir a rajatabla con las estrictas normas de seguridad que se dan en la ISS y además no ocupan el precioso espacio útil de las cápsulas Dragon y Soyuz (actualmente los únicos vehículos capaces de retornar cargas a la Tierra desde la ISS). En cualquier caso, Roscosmos ha anunciado que no lanzará más naves de la serie Fotón-M y que se centrará en las Bión-M. En 2019 y 2022 se lanzarán las próximas cápsulas Bión-M, mientras que en 2021 despegará la primera nave Vozvrat-MKA, una nueva serie de vehículos que sustituirá a los Bión-M y Fotón-M. En la operación de rescate de la cápsula Fotón-M4 participaron cerca de cien militares, un avión Antónov An-26 y diez helicópteros Mil Mi-8.
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