Misión: rescatar el Skylab con el transbordador espacial

El 11 de julio de 1979 el Skylab, la primera y única estación espacial totalmente estadounidense, reentraba sin control en la atmósfera terrestre sobre Australia. Y sin embargo, no tenía que haber terminado de esta manera. En 1974 la última tripulación que habitó el Skylab, la misión Skylab 4, había elevado la órbita de la estación espacial hasta una altura de 433 x 455 kilómetros usando el motor de su nave CSM-118. Suficiente para que el laboratorio orbital permaneciese en el espacio hasta 1981 o 1982. La NASA esperaba tener listo el transbordador espacial para entonces, por lo que se planeó una misión de rescate para la venerable estación espacial.
El transbordador espacial acoplado al Skylab en los años 80 (Junior Miranda/wired.com).
El transbordador espacial acoplado al Skylab en los años 80 (Junior Miranda/wired.com).
Previamente, la NASA había jugado con la idea de alargar la vida útil del Skylab enviando una misión adicional denominada Skylab 5. Esta misión habría estado tripulada por Vance Brand, William Lenoir y Don Lind, una elección lógica teniendo en cuenta que Brand y Lind se entrenaron para rescatar a la misión Skylab 3 en 1973. La misión Skylab 5, planeada para abril de 1974, habría tenido como principal objetivo elevar la órbita de la estación todavía más para asegurar que la estación seguiría en el espacio cuando el transbordador entrase en servicio. Por este motivo tendría una duración relativamente corta, de tan solo veinte días.
Esta misión no salió adelante, pero a mediados de los años 70 el Skylab todavía guardaba en su interior oxígeno para que un astronauta pudiese vivir en su interior durante 420 días y agua para 180 días. Evidentemente, el Skylab era un destino muy atractivo para el transbordador espacial y era de esperar que la NASA concibiese un plan para reutilizar la estación.
Lo más urgente era evitar que la estación reentrase en la atmósfera terrestre, así que antes de nada despegaría una misión para acoplar un sistema de propulsión que elevase la órbita del Skylab. En un principio la misión elegida se denominó OFT-2 (Orbital Flight Test 2) Columbia, el segundo vuelo del programa shuttle. La misión, posteriormente denominada STS-2A, debía estar tripulada por Fred Haise y Jack Lousma, y despegaría a finales de 1979. Posteriormente se consideró que esta misión era demasiado prematura y se trasladó al vuelo OFT-5 en febrero de 1980.
El Columbia llevaría a bordo el sistema TRS (Teleoperator Retrieval System) en la bodega de carga. El TRS era básicamente un conjunto de ocho propulsores de 111 newtons de empuje -como mínimo- que se acoplarían al puerto de atraque frontal del Skylab usando el sistema de acoplamiento del Apolo, mientras que por la parte trasera dispondría de un sistema de agarre del brazo robot del shuttle. Tendría cuatro tanques de combustible -hidracina- de 680 kg cada uno, suficientes para elevar la órbita del Skylab en repetidas ocasiones. 24 propulsores de pequeño tamaño se encargarían de controlar la actitud del vehículo.
Teleoperator_Retrieval_System
Sistema TRS para elevar la órbita del Skylab (NASA).
La tripulación del transbordador soltaría el TRS sin el brazo robot -se pensaba que todavía no estaría listo- en las cercanías del Skylab y posteriormente el vehículo se acoplaría a la estación, bien de forma autónoma, bien mediante un sistema de control remoto desde el shuttle que usaba un sistema de televisión. Martin Marietta comenzó el desarrollo del TRS en noviembre de 1977. El TRS permitiría situar el Skylab en una órbita estable gracias a dos encendidos de 13,5 minutos de duración cada uno, aunque también podría usarse para deorbitar la estación de forma controlada. En este caso sería necesario emplear un único encendido de 27 minutos de duración.
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El TRS sale de la bodega de carga del transbordador (NASA).
Teleoperator_Retrieval_System_with_Shuttle
El TRS elevando la órbita del Skylab (NASA).
Pero volver a vivir en el Skylab no sería tan fácil. Si la NASA hubiese optado por mantener viva la estación se hubieran requerido varias misiones para hacerlo habitable otra vez. Para ello se planearon un mínimo de tres misiones a partir de 1982. La primera acoplaría un sistema de acoplamiento de tres metros de largo con un puerto andrógino similar al APAS empleado en la misión Apolo-Soyuz. En la misma misión dos astronautas realizarían un paseo espacial con el fin de plegar dos de los paneles solares del telescopio solar ATM para permitir el acoplamiento posterior de otros paneles.
La segunda misión tendría lugar en 1983 y se encargaría de reparar el defectuoso sistema de refrigeración del Skylab. De paso, visitaría el interior de la estación por primera vez en casi una década. Esta tarea sería más complicada de lo que pudiera parecer, ya que la atmósfera del Skylab era de baja presión y de oxígeno puro, mientras que la del shuttleera similar a la atmósfera terrestre a nivel del mar. Es por esto que los astronautas deberían pasar por la esclusa del transbordador antes de introducirse en el interior del Skylab.
En 1984 la tercera misión acoplaría el módulo PM (Power Module) de 14 toneladas, con dos enormes paneles solares con una envergadura total de 84 metros que proporcionarían 25 kilovatios de potencia a la estación. El PM, que también incorporaría tres volantes de inercia para ayudar a orientar el complejo orbital, se acoplaría al puerto frontal del DA. Este módulo estaría dotado de otro puerto de atraque andrógino. A partir de ese momento el Skylab estaría listo para albergar hasta seis personas en su interior.
Estas misiones tendrían una duración de unos 30 (se llegaron a considerar hasta 90 días), por lo cual el transbordador permanecería acoplado con un módulo Spacelab en la bodega. Hay que tener en cuenta que estas misiones se concibieron a finales de los años 70, cuando todavía se esperaba poder ampliar las operaciones orbitales del shuttle hasta varios meses (en realidad el transbordador nunca permaneció más de 18 días en el espacio).
En diciembre 1978 la NASA canceló el desarrollo del módulo propulsor TRS. Con él desapareció la posibilidad de elevar la órbita del Skylab. La inusitada actividad solar de la época provocaría el fin prematuro de la gran estación de 80 toneladas, que reentró en la atmósfera dos años antes de que el transbordador despegase por primera vez.

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