La resurrección de la vieja ISEE-3

A estas alturas todos conocemos las aventuras de la sonda ISEE-3/ICE, lanzada en 1978 en una órbita solar y que la NASA abandonó a su suerte en 1997. Aunque parezca increíble, un equipo de aficionados denominado ISEE-3 Reboot Project lleva meses intentando resucitar la vieja nave espacial para colocarla en una órbita de halo alrededor del punto de Lagrange L1 del sistema Tierra-Sol aprovechando que la sonda pasará cerca de nuestro planeta este mes de julio. ¡Y lo más sorprendente es que lo han conseguido!
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Logo del ISEE-3 Reboot Project (http://spacecollege.org/).
Ayer día 2 de julio lograron encender los propulsores A y B de la sonda ISEE-3 para acelerar la velocidad de giro del vehículo, que pasó de 19,16 revoluciones por minuto a 19,76 rpm. Para que la ignición tuviese lugar fue necesario calentar primero el tanque de hidracina que lleva la nave (¡y que los calefactores funcionasen, lógicamente!). La maniobra es importante de cara al encendido crítico para situar la sonda en órbita que tendrá lugar la semana que viene. Es difícil no sentirse impresionado con la labor de este grupo de aficionados que confirma de este modo la resurrección de una sonda que llevaba más de una década oficialmente ‘muerta’ a todos los efectos. La maniobra se ha llevado a cabo después de que el intento del 1 de julio se saldase en fracaso al no poder completar el proceso de envío de las órdenes necesarias a través del radiotelescopio de Arecibo en Puerto Rico. El 24 de junio otro intento similar tampoco logró su objetivo. Hay que tener en cuenta que la ISEE-3 no puede mandar a la Tierra telemetría sobre el estado de los propulsores ni sobre la cantidad de combustible que queda en sus tanques. Vamos, que la maniobra de recuperación hay que hacerla casi a ciegas.
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Posición actual de la ISEE-3 (http://spacecollege.org/).
El control de la misión, por llamarlo de algún modo, ha sido situado en una oficina de Ettus Research en Santa Clara, California. Después de muchos esfuerzos, el 29 de mayo de este año el equipo de aficionados pudo establecer contacto con la sonda usando el radiotelescopio de Arecibo (la ventana de las sesiones de comunicaciones desde este observatorio es de unas tres horas al día). Poco después, la red de espacio profundo (DSN) de la NASA logró determinar la posición de la nave por primera vez desde 1999, un requisito fundamental para traer la sonda de regreso a casa (no puedes saber cómo llegar a un sitio si no sabes dónde estás exactamente). Los catorce instrumentos de la ISEE-3 han respondido obedientemente a la llamada y por lo pronto se encuentran activados (habrá que ver si todos siguen operativos). Además, la sonda cuenta con un exceso de potencia eléctrica de 28 vatios cortesía de sus paneles solares, y eso que no cuenta con ninguna batería en funcionamiento.
El encendido de los propulsores de ayer es fundamental porque, de acuerdo con un acuerdo firmado entre la NASA y la empresa Skycorp Inc. el pasado 19 de mayo, la iniciativa de resurrección de la ISEE-3 debe primero demostrar que es capaz de activar los motores de la sonda antes de llevar a cabo la maniobra de inserción orbital. Y es que la NASA no quiere que una antigua nave suya vague sin control por el espacio cercano a la Tierra para evitarse problemas de relaciones públicas. Skycorp Inc. es una empresa propiedad de Dennis Wingo, uno de los principales impulsores de la reactivación de la ISEE-3. Si el encendido clave tiene lugar, el próximo 10 de agosto la ISEE-3 sobrevolará la Luna a tan sólo 50 kilómetros de distancia y el empujón gravitatorio resultante le permitirá llegar al punto L1. El equipo de tierra esperaba poder realizar el encendido principal a finales de junio para gastar la menor cantidad de combustible posible, pero no ha podido ser.
En el caso de que esta maniobra tenga lugar, la ISEE-3 volvería a la órbita original que abandonó en 1982 para explorar desde la distancia los cometas Halley y Giacobini-Zinner. El equipo de aficionados pretende usar la nave para aquello que fue diseñada originalmente, es decir, el estudio del viento solar. En este sentido, el magnetómetro de la sonda parece funcionar a la perfección, así que la ISEE-3 podrá ser empleada para generar ciencia otra vez después de 36 años viajando por el espacio. Otra cuestión distinta es si tendrán el dinero suficiente para hacerlo. Por ahora la iniciativa de resurrección ha recaudado 160.000 dólares en donaciones, lo que no está nada mal.
Vídeo de las maniobras orbitales de la ISEE-3 entre 1978 y 1985:
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Sonda ISEE-3 antes de su lanzamiento en 1978 (NASA).

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